Unos días antes del triste aniversario del accidente de Michael Schumacher, ocurrido el 29 de diciembre de 2013, su hermano Ralf habló con el diario alemán Bild. “El destino cambió nuestra familia”, admite Ralf Schumacher. Hace diez años, su hermano mayor, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, se cayó en las pistas de esquí de Méribel, en Saboya, y se golpeó la cabeza contra una roca. Víctima de una hemorragia cerebral y sumido en coma, no ha vuelto a aparecer en público desde entonces.
“Extraño a mi Michael de antes”, respira Ralf Schumacher, un ex piloto que también participó en 180 carreras en la F1. «La vida a veces es injusta», cree el ex miembro del equipo Williams. Michael había tenido suerte muchas veces en su vida, pero luego ocurrió este trágico accidente. Gracias a Dios, los medios médicos modernos han permitido hacer muchas cosas, pero a pesar de ello, nada es igual que antes”.
Ralf Schumacher, 48 años, seis menor que Michael, recuerda con emoción al hombre que fue también su “entrenador y mentor”. Es una de las pocas personas que visita a “Schumi”, pero no dice más sobre su estado de salud actual. “Por mi parte, puedo decir que su accidente también fue para mí una experiencia muy dolorosa y significativa”, resume Ralf.
Y agregó: “Por supuesto, lo fue aún más para sus hijos”. Con su esposa Corinna Betsch, Michael Schumacher tuvo una hija, Gina Maria, nacida en 1997, y un hijo, Mick, nacido en 1999, que también recorrió los circuitos de Fórmula 1.
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