Desde el lunes, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han aumentado sus aplazamientos, incapaces de ponerse de acuerdo sobre un texto capaz de escapar al veto de Estados Unidos, que ya bloqueó dos resoluciones anteriores en las últimas semanas. Las discusiones, en particular, se estancaron sobre el control de los convoyes humanitarios. Inicialmente iba a ser confiado únicamente a la ONU, pero Israel, que teme la entrada de armas en el enclave, quiere mantener su poder de supervisión sobre los camiones de ayuda. La votación del Consejo de Seguridad está prevista ahora para el viernes, según fuentes diplomáticas.
El texto, consultado por la Agence France-Presse (AFP), pide “medidas urgentes para permitir de inmediato un acceso humanitario seguro y sin obstáculos y también para crear las condiciones para un cese duradero de las hostilidades”. La referencia a un “cese de hostilidades urgente y duradero” presente en el texto del domingo ha desaparecido, al igual que la solicitud menos directa en la siguiente versión de una “suspensión urgente de hostilidades”. «Si la resolución se presenta tal como está, podemos apoyarla», aseguró el jueves por la tarde el embajador estadounidense ante la ONU.
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Medio millón de personas, casi una cuarta parte de la población de este territorio gobernado por Hamás, corren el riesgo de sufrir hambruna, según un informe del sistema de seguimiento del hambre de la ONU. Y en las próximas seis semanas, los 2,4 millones de habitantes corren el riesgo de encontrarse en la misma situación.
«Llevamos semanas advirtiendo que con tales privaciones y destrucción, cada día que pasa sólo traerá más hambre, enfermedades y desesperación al pueblo de Gaza», reaccionó el jefe de operaciones humanitarias de Gaza en la ONU, Martin Griffiths. La guerra debe terminar”.
La madrugada de este viernes, un bombardeo israelí dejó 5 muertos en Rafah (sur), según informó el Ministerio de Sanidad de Hamás. El ejército israelí afirma haber matado a “más de 2.000” terroristas en la Franja de Gaza desde el 1 de diciembre. El jueves bombardeó intensamente el territorio, con 230 ataques en 24 horas, concentrados principalmente en el sur del enclave.
Uno de ellos tuvo como objetivo el lado palestino del cruce de Kerem Shalom, matando a cuatro personas e interrumpiendo las actividades de las agencias de la ONU para entregar ayuda humanitaria a través de esta ruta, reabierta recientemente por Israel.
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Más de dos meses de bombardeos israelíes por aire, mar y tierra han dejado al menos 20.000 muertos -en su mayoría mujeres y niños- en Gaza según Hamás, destruido barrios enteros y desplazado a 1,9 millones de personas, o el 85% de la población. según la ONU.
Israel ha prometido destruir el movimiento terrorista islamista palestino después de su ataque de violencia y escala sin precedentes el 7 de octubre. Este ataque dejó alrededor de 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en el balance israelí. Los comandos palestinos también secuestraron a unas 250 personas, de las cuales 129 siguen detenidas en Gaza, según Israel.
Continúan los esfuerzos en varios frentes para intentar alcanzar una nueva tregua, después de la de una semana a finales de noviembre que permitió la liberación de 105 rehenes y 240 palestinos detenidos por Israel y la entrega de más ayuda a Gaza.
El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, radicado en Doha, se encuentra en El Cairo para mantener conversaciones con el mediador egipcio. Se espera que Ziad al-Nakhala, líder de la Jihad Islámica, otro movimiento islamista que lucha junto a Hamás y también mantiene rehenes, viaje allí en los próximos días. Israel dialoga con Qatar y Estados Unidos, otros dos mediadores.
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Hamás establece como condición previa el cese de los combates antes de cualquier negociación sobre los rehenes. Israel descarta cualquier alto el fuego antes de la “eliminación” de Hamás. Un alto funcionario israelí informó de una “especie de progreso” después de “reuniones con los qataríes en dos ocasiones la semana pasada”.
El ejército israelí anunció este viernes la muerte de dos nuevos soldados. Ha perdido 139 soldados desde el inicio de su ofensiva terrestre el 27 de octubre.
