Las informaciones difundidas por diversas fuentes sobre el regreso de Karim Benzema al Olympique Lyonnais el lunes prendieron fuego a las redes sociales. Según algunos compañeros, el técnico estadounidense, John Textor, estaba trabajando para recuperar al ídolo del club, de 36 años, este invierno en el estadio Groupama. Por la noche, las esperanzas de la afición del Ródano se vieron empañadas por informaciones del equipo que desmentían tal hipótesis y los dirigentes del Lyon dejaron entrever que tal transferencia no era posible. El Balón de Oro 2022, que cobra 100 millones de euros por temporada en el Al Ittihad con un contrato de dos años, se mantiene muy discreto.
Este martes por la tarde, nuestros compañeros de la AFP afirman que el francés pidió abandonar su club al sentirse «presionado» en el Al-Ittihad. El entorno del jugador no lo ha confirmado. Pero este nuevo episodio resume la delicada situación del principal preocupado con sus nuevos jefes. El impasse parece inevitable.
Recientemente, sólo se había hablado de Benzema, a través de su abogado, con denuncias contra Éric Zemmour y Gérald Darmanin con pocos días de diferencia. Respecto al presidente de Reconquista, el ex madrileño le demanda por comentarios que le vinculan con los asesinos del profesor Samuel Paty. «Lo que sé es que es un musulmán que quiere aplicar la sharia y que la sharia prevé la yihad y que la yihad significa matar a Dominique Bernard, significa matar a Samuel Paty», dijo Eric Zemmour. Todas estas personas piensan que la Sharia es una ley divina y que es vinculante para ellos. »
En cuanto al Ministerio del Interior, este acusó el pasado mes de octubre al exdelantero de los Bleus de estar “en vínculos notorios” con los Hermanos Musulmanes. El contraataque llega con una denuncia por difamación. Pero más allá del discurso de su asesor, Karim Benzema se mantiene discreto. Frente a los micrófonos y en las redes sociales, donde recortó su cuenta de Instagram, donde tiene más de 76 millones de suscriptores.
También hay que decir que su historia con Arabia Saudita no sale según lo previsto. Le llovieron las críticas de la afición, decepcionada por sus actuaciones (9 goles y 5 asistencias en 15 partidos de campeonato), su actitud a veces considerada indiferente y los resultados de su equipo (7º, a 25 puntos del líder, Al-Hilal), derrotado por el Al-Nassr de Ronaldo a finales de diciembre (2-5). En privado, no le entusiasmaría el nivel de la Saudi Pro League, a años luz de lo que vivió en el club más grande del mundo, en La Liga y la Champions League. Pero el verano pasado optó por el dinero antes que por el proyecto deportivo, decisión que ahora debe asumir.
A finales de este inicio de año para la reanudación de los entrenamientos de su club, debido en particular a la imposibilidad de salir de Mauricio debido al ciclón Belal, el nativo de Bron se encuentra en la mira de los saudíes. Algunos medios locales y españoles apuntan a que actualmente se encuentra en Jeddah, mientras que su equipo, que dirige Marcelo Gallardo, se encuentra en Dubái realizando la pretemporada. Una situación que reaviva el debate sobre la relación con su entrenador, su club y su futuro en Arabia Saudí. De ahí a imaginarlo regresando al OL, incapaz ya de retener a sus mejores jugadores fuera de temporada (Barcola, Lukeba) y que intenta permanecer en la Ligue 1, el proyecto parece hoy muy utópico. Pero haga lo que haga, Karim Benzema hace que la gente hable de él. En el Real Madrid fue principalmente por sus actuaciones sobre el terreno de juego. En Arabia Saudita, la historia es bastante diferente.