El pico del río Charente, que sigue en alerta naranja, se espera para el domingo por la tarde, antes de un lento descenso del agua en los próximos días hasta Navidad, según las últimas previsiones.
En Saintes, una ciudad que se inunda periódicamente cuando el agua sube, «1.000 casas» se vieron afectadas y unas «150 personas» fueron evacuadas en «una treintena de calles afectadas», afirmó el alcalde Bruno Drapon.
Se trata de una cifra inferior a la del último episodio de febrero de 2021 (600 evacuaciones), ya que la población se anticipó más a la situación. Los residentes resignados abandonaron sus casas por su cuenta después de levantar sus muebles en la planta baja y cortar la electricidad por precaución.
El pico de la inundación, que alcanzó los 6,07 metros el domingo por la mañana, se espera al inicio de la tarde con un centímetro adicional, según las últimas previsiones comunicadas por las autoridades durante una rueda de prensa al mediodía.
Por tanto, el nivel del agua no debería superar los 6,18 m medidos en 2021, ni la histórica inundación del 23 de diciembre de 1982, cuando el Charente subió a 6,84 m en Saintes.
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Las previsiones meteorológicas para la próxima semana son favorables a la recesión, pero ésta promete ser lenta, centímetro a centímetro, siendo la pendiente del Charente muy leve en este sector.
«Debido al nivel muy plano del río, mantendremos el sistema de seguridad hasta el fin de semana de Navidad», continuó Bruno Drapon. En las calles inundadas, las aceras fueron levantadas con bloques de hormigón y tablones de madera para permitir la circulación de los vecinos. Barcos y kayaks permitieron desplazar a los más pequeños y a los mayores.
Más de un centenar de bomberos se movilizaron para socorrerlos, sin que se registraran víctimas. Durante la semana se trasladó un mercado navideño y el jueves los 142 reclusos del centro de detención preventiva de Saintes tuvieron que ser evacuados a otros establecimientos penitenciarios, como en 2021.
Río arriba, en Cognac, la situación está “estabilizada”, con 200 casas afectadas y ninguna evacuación. «Estamos hartos», suspira el alcalde Morgan Berger, que espera con impaciencia «los primeros signos de decadencia».
El Charente alcanzó su punto máximo en Cognac con 7,59 m, como en febrero de 2021, superior a los 7,16 metros de 2007 pero inferior a los 8,45 metros de 1982, según los datos históricos de Vigicrues.