(Montreal) La ministra quebequense de Relaciones Internacionales, Martine Biron, sigue defendiendo la apertura de una oficina quebequense en Israel, aunque dice estar «indignada» por la situación en Gaza y a pesar de las presiones que exigen que se dé marcha atrás.

La semana pasada, 72 organizaciones de la sociedad civil quebequense publicaron una carta abierta en determinados medios de comunicación, pidiendo al gobierno de Legault que cancelara su representación en Tel Aviv y “suspendiera sus vínculos de cooperación con Israel”.

Afirman que Quebec “debe tener en cuenta” la ofensiva militar llevada a cabo por Israel desde octubre de 2023, que “viola los derechos humanos de la población palestina de la Franja de Gaza y presenta rasgos genocidas”.

Cuando se le preguntó el martes sobre la pertinencia de mantener una oficina a pesar del contexto actual, Biron dijo que «no debemos mezclar las cosas».

“Québec quiere que se respeten las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Quebec quiere en gran medida que la ayuda humanitaria entre en Gaza. Au Québec, nous sommes très outrés par ce carnage dans la bande de Gaza », a-t-elle déclaré lors d’une conférence de presse, à Montréal, au sujet de la tenue d’une mission économique de l’Organisation internationale de la Francofonía.

La oficina de Quebec en Tel Aviv, ubicada dentro de la embajada de Canadá, abrió oficialmente por primera vez en septiembre, antes de los ataques de Hamás en Israel el 7 de octubre. Con el inicio de las hostilidades, el envío del director de la oficina se retrasó y la diplomacia canadiense redujo su presencia en la región, afirmó Biron.

“Pero como Canadá está operativa y todas las embajadas de todo el mundo están abiertas y operativas, hemos optado por continuar el trabajo in situ”, explicó el ministro.

El otoño pasado, la ministra dijo que quería esperar hasta que regresara la paz antes de que la Oficina de Quebec estuviera en pleno funcionamiento.

En un comité parlamentario en abril, Biron dijo que “las cosas se han calmado” y que “la economía se ha recuperado”, alegando también que “hay un enorme potencial” en Israel en términos de comercio.