Dos pies, dos manos (derechas), una rodilla, un bíceps y una cabeza imponente: estos fragmentos de mármol se utilizaron para crear, en Roma, una reproducción de una colosal estatua de Constantino. Se ha desvelado la reconstrucción de la estatua de 13 metros de altura que representa al emperador sentado, con el cuerpo envuelto en un manto de bronce, recreando la majestuosidad de las estatuas erigidas en la antigua Roma para gloria de los dioses y emperadores.
Esta estatua es la mayor de los restos encontrados en Roma, dijo a la prensa Claudio Parisi Presicce, conservador encargado de los monumentos de Roma. “La impresión que tenemos frente a esta estatua del emperador reproduce la sensación de sus súbditos ante una imagen imperial”, afirmó el funcionario. Se presenta en el jardín del Monte Capitolino con vistas al foro romano. Pero no era el más grande de Roma, el récord lo ostentaba el Coloso que representa al emperador Nerón, de 30 metros de altura y erigido cerca del anfiteatro Flavio al que pronto daría nombre de Coliseo.
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Durante cientos de años, arqueólogos, historiadores y turistas han tenido que utilizar su imaginación para imaginar la estatua de Constantino a partir de los fragmentos de mármol expuestos en los Museos Capitolinos. No fue hasta finales del siglo XIX que se identificó como una representación de Constantino el Grande, quien trasladó la capital del imperio de Roma a Constantinopla antes de su muerte en el año 337. La estatua ha sido reconstruida en resina basándose en el análisis de una decena de fragmentos. conservados en el Capitolio desde 1486: dos manos y dos pies, una rodilla y una pantorrilla, dos fragmentos de bíceps con venas protuberantes, una sección del torso, sin olvidar la enorme cabeza. “A nadie se le había ocurrido nunca estudiar la relación entre estos diferentes fragmentos”, subrayó Claudio Parisi Presicce.
Amplios estudios determinaron que partes de la estatua de Constantino pueden haber sido recicladas de una estatua más antigua. Los detalles en el mentón sugieren además que la estatua original tenía barba. Una hipótesis es que la estatua representaba a Júpiter y estaba ubicada en el templo más importante en lo alto del Capitolio, cuyos cimientos aún son visibles hoy. Las monedas y medallas del período anterior a Constantino muestran a Júpiter sentado, con la rodilla derecha al descubierto, en la postura adoptada para la estatua de Constantino. “Constantino es sólo el último de una larga lista de emperadores que fueron representados bajo la apariencia de Júpiter”, según Claudio Parisi Presicce.
La reproducción permanecerá vigente al menos hasta 2025, año jubilar durante el cual se esperan millones de peregrinos católicos en Roma. Su ubicación definitiva se determinará más adelante. El proyecto fue subvencionado por la Fundación Prada por una cantidad no especificada.