Le Figaro Burdeos
“No lo entendemos. Los veterinarios tampoco. Es raro diagnosticar el moquillo”, se preocupa Éliane Rigaux. La presidenta de la SPA de Périgueux y Dordoña lo asegura: en 12 años de compromiso, nunca había experimentado un fenómeno así. Desde mediados de julio, dos perros menores de dos años han sido sacrificados después de que las pruebas revelaran que padecían la enfermedad infecciosa. A finales de agosto, una perra anciana, también positiva, murió en su jaula por los mismos síntomas. Los precedió un caso sospechoso, cuyo vínculo con la enfermedad no ha sido confirmado. El último caso data de la semana pasada: el perro, positivo tras las pruebas, presentó nuevos síntomas: diarrea y vómitos. Los otros animales que padecían moquillo fueron identificados debido a una parálisis de los cuartos traseros y una cabeza inclinada hacia un lado.
“Nuestro miedo es perder otros perros”, se preocupa Éliane Rigaux, que decidió con el consejo de administración poner la SPA en cuarentena durante al menos tres semanas (es decir, el período de incubación del virus). Desde el sábado, ningún animal ha entrado ni salido de los locales de la asociación situados en Marsac-sur-l’Isle. 18 perros, recién llegados o susceptibles de estar contaminados por presentar síntomas (diarrea, vómitos, parálisis de los cuartos traseros, cabeza ladeada, etc.), se benefician este lunes de las pruebas PCR. A la espera de los resultados, se congelan las adopciones, de todas las razas juntas. Y a pesar de que muchos municipios están preocupados, también lo hacen las llegadas de libras. También parece que la enfermedad pasó por allí: por allí pasaron los dos primeros perros diagnosticados y el perro actualmente infectado.
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Para Éliane Rigaux, la situación es tanto más impredecible cuanto que los animales procedentes de la perrera fueron vacunados a su llegada. “Normalmente, incluso con una primera inyección, los perros ya deberían estar protegidos de la enfermedad. Es una tragedia para nosotros. Estamos aquí para salvar animales, no para “ponerlos a dormir”. ¿Pero cómo pretenden que mantengamos en los refugios a perros paralizados, que ya no pueden ver y que pueden contagiar a los demás?”, se lamenta el voluntario.
A la espera de la reapertura de su sitio, la SPA Périgueux tiene la intención de poner a disposición sus redes sociales y su sitio web para continuar su trabajo. También anima a quienes encuentren animales a que se pongan en contacto con su ayuntamiento y, si es posible, a mantenerlos en casa hasta el final de la cuarentena. La asociación seguirá recibiendo en su patio determinados animales perdidos con el fin de leer sus fichas y ayudar en la búsqueda de sus dueños. Por otra parte, será imposible llevarlos más lejos: el moquillo, como el Covid, se transmite por aerosoles.