Le Fígaro Nantes
El miércoles por la tarde, cerca del recinto del ayuntamiento de Nantes, se lanzaron fuegos artificiales tras una ceremonia nupcial. Solicitada por los vecinos de la zona, preocupados por los ruidos sospechosos generados en el actual contexto de alto riesgo de atentado, la policía nacional intervino rápidamente sin encontrar rastro alguno de mortero.
Para el grupo de oposición de centro y derecha Vivir Mejor en Nantes, este último estallido -que según ellos no sería el primero- debe dar lugar a una respuesta contundente por parte del municipio. “Este tipo de suceso supone un peligro real para las poblaciones locales. Ya no son excepciones, se está volviendo regular: hemos pasado de una noticia a un acontecimiento social”, comenta Laurence Garnier, líder del grupo de oposición.
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Decidido a “no dejar que esto suceda” y para enviar un “mensaje de autoridad” frente a estas actitudes, el senador aboga por la firma de una carta de buena conducta por parte de los futuros novios antes de la ceremonia. Como ya existe en otras ciudades, también quiere que se establezca un depósito de seguridad (unos 1.000 euros) para evitar posibles daños. “Estas medidas pretenden responsabilizar a los futuros novios y golpearles en el bolsillo si sus invitados no se portan correctamente”, explica.
Al funcionario electo le gustaría que el tema fuera objeto de una deliberación en un futuro consejo municipal. «Sólo se necesita voluntad política», le dice a la mayoría. Preguntada por Le Figaro sobre esta petición específica de la oposición, la ciudad de Nantes aún no ha respondido a nuestra petición.
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Por otra parte, en un correo electrónico, la comunidad denunció hechos “inaceptables” que generaron “preocupación en el centro de la ciudad de Nantes”. Asegura que reacciona “con firmeza” ante esta situación “excepcional”. “Los novios serán citados en el ayuntamiento para una reunión con Aïcha Bassal, asistente encargada de las relaciones con los usuarios, como recordatorio de la norma”, indica el municipio. Según el ayuntamiento, tras un control rutinario realizado por agentes municipales en el lugar, los disparos no causaron heridos ni provocaron daños en las edificaciones.
Además de convocar a la pareja a una llamada al orden, la comunidad también desea recordar que las “normas se comparten con todas las parejas antes de casarse”, es decir, la prohibición de utilizar bombas de humo, banderas o petardos. “Los agentes de seguridad del Ayuntamiento son los responsables de velar por el cumplimiento de estas instrucciones en cada acto”, añade.
