Desde que entró en política y a lo largo de sus campañas presidenciales, Jean-Luc Mélenchon siempre ha mostrado un gran apetito por las nuevas tecnologías y las innovaciones digitales. Una forma, según él, de transmitir sus mensajes a un público muy amplio. Pero también para eludir a los medios de comunicación tradicionales, con los que las relaciones a menudo han sido conflictivas. Por eso, Jean-Luc Mélenchon volvió a colocarles una pancarta este jueves 5 de octubre, durante una conferencia en Casablanca, ciudad donde nació en 1951.
Mientras su compañera Sophia Chikirou se encuentra desde hace varios días en el centro de una tormenta mediática, el ex candidato al Elíseo elogió el poder de las redes sociales para controlar su propia comunicación. Así, Jean-Luc Mélenchon “se permite un cierto distanciamiento respecto de la esfera mediática, que no alcanzaría, ni mucho menos, ninguna de las prestaciones de (su) comunicación por vídeo”.
Y para llevar la comparación un poco más lejos: “Cada semana, (sus vídeos, nota del editor) se cuentan por millones, mientras que los artículos que dicen cosas malas sobre (él) apenas son leídos por unas pocas decenas de miles de personas… Y de nuevo, cuando tienen tiempo que perder”. Después de varias décadas de vida política, el ex diputado de Marsella afirma conocer a sus votantes mejor que nadie. Una forma de dividir mejor en dos partes a los internautas, que no leerían producciones periodísticas en su contra.
Lea también Jean-Luc Mélenchon sobre las elecciones presidenciales de 2027: “Son las circunstancias las que hacen que la candidatura sea adecuada”
En su razonamiento, algunos “lo aprueban y no encuentran sentido a leer artículos tan mal titulados con fotos tan horribles de (él)”. A otros “no les agrada y se dicen: ‘Eso no nos sorprenderá, sigue siendo igual de estúpido’”. Frente a su público, Jean-Luc Mélenchon, que cuenta con 2,6 millones de suscriptores en Twitter, 2,1 millones en TikTok y 335.000 en Instagram, señala también que estas redes «permiten» una «circulación de eslóganes a gran velocidad».
Y esto, “con una velocidad de contaminación sin igual que cualquier cosa que hayamos hecho en el pasado en términos de folletos, carteles, eslóganes”. “Millones de impresiones están en nuestras pantallas”, afirmó también el líder de los Insoumis. Quien quiere distinguirse de muchos políticos, “creyendo que las redes sociales son una actividad de jóvenes”. «No, el ágora moderna, la plaza central moderna, es la red».