(Beirut) Un civil murió el martes en un ataque israelí en el sur del Líbano, anunciaron los medios estatales el día después de la muerte de tres combatientes de Hezbollah en una incursión en el este del país.

La violencia entre el ejército israelí y Hezbolá ha aumentado en intensidad en los últimos días, y la formación proiraní anunció el lunes que había derribado un dron israelí Hermes 900.

Según la Agencia Nacional de Noticias, un civil resultó “gravemente herido en un ataque con drones” en Naqoura, una ciudad fronteriza, antes de morir.

La Oficina del Agua del Sur del Líbano anunció la “muerte como mártir” de uno de sus funcionarios que “cumplía con su deber de garantizar el suministro de agua” de la región.

Este ataque se produjo un día después de los ataques nocturnos de aviones israelíes en el este del Líbano, un bastión de Hezbolá lejos de la frontera.

Hezbolá anunció el martes que había “lanzado decenas de cohetes Katyusha” contra una posición del ejército israelí en los Altos del Golán ocupados para responder a estos ataques.

El grupo islamista anunció el martes la muerte de tres de sus combatientes, sin precisar las circunstancias de su muerte. Una fuente cercana a Hezbollah confirmó que murieron en los ataques nocturnos.

El ejército israelí, por su parte, indicó que “aviones de combate habían atacado un complejo militar de la unidad 4400 de Hezbollah, responsable del refuerzo logístico […] y del contrabando de armas hacia y desde el Líbano”.

Dijo que había atacado dos sitios en el sector de Baalbeck, un bastión de Hezbolá cerca de la frontera con Siria.

Un corresponsal de la AFP informó que un edificio quedó completamente destruido en la región de Hermel, a unos 140 kilómetros de la frontera entre Líbano e Israel.

Por su parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane, dijo a la AFP que los ataques dejaron seis muertos, tres combatientes de Hezbolá y tres sirios que trabajaban en entrenamiento.

La ONG, con sede en el Reino Unido pero que dispone de una amplia red de fuentes en el país en guerra, precisó que uno de los ataques tuvo como objetivo «un convoy de camiones cisterna y vehículos pesados ​​que se encontraba en la frontera entre Líbano y Siria».

El movimiento chiíta está fuertemente desplegado a ambos lados de la frontera oriental entre Líbano y Siria, donde apoya al régimen del presidente Bashar al-Assad.

Desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y el movimiento islamista Hamás el 7 de octubre, Hezbollah ha intercambiado disparos periódicamente con el ejército israelí, en apoyo a su aliado palestino.

Más de ocho meses de violencia han dejado al menos 463 muertos en el Líbano, entre ellos unos 90 civiles y 302 combatientes de Hezbolá, según un recuento de la AFP.  

Del lado israelí, según las autoridades, al menos 15 soldados y 11 civiles murieron.