La estadounidense Grace Bumbry, la primera cantante negra en cantar en el Festival de Bayreuth en 1961, murió el domingo en Viena a la edad de 86 años, anunció su hijo el lunes. Víctima de un ictus en octubre mientras viajaba a Nueva York para recibir un premio a su carrera, esta estrella de la ópera regresó pocas semanas después a la capital austriaca, su ciudad adoptiva.
Fue allí donde murió en el hospital, según su hijo adoptivo David Lee Brewer, citado por la agencia de noticias APA. Su funeral debería tener lugar en Saint-Louis, Missouri, donde nació el 4 de enero de 1937. Hija de una maestra y un empleado del ferrocarril, de niña fue llevada a un concierto por Marian Anderson, la primera artista negra en abordar el canto lírico.
Fue una revelación la que llevó a la mezzo soprano a debutar en la Ópera de París a los 23 años. Fíjate, fue elegida por Wieland Wagner, el nieto del compositor Richard Wagner, para encarnar la Venus de Tannhäuser en el festival de Bayreuth. Indiferente a las reacciones racistas en un ambiente entonces cerrado, Grace Bumbry se convierte en la primera persona de color en conseguir un papel importante en este renombrado lugar, alcanzando la gloria internacional, según la biografía publicada en su sitio web.
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“El público le da 30 minutos de ovación y la compañía es llamada 42 veces al escenario”, dice el Kennedy Center, que lo había distinguido en 2009 al saludar “su voz única, su presencia en el escenario” y su facilidad para cambiar de escenario. registro vocal, de mezzo soprano a soprano. La diva, amante de los Lamborghinis, las joyas y los atuendos de alta costura, actuó en los escenarios más prestigiosos, desde La Scala hasta el Met, como intérprete del repertorio italiano (Verdi), pero también francés (Carmen de Bizet).
Entre sus muchos títulos, había sido nombrada Embajadora Honoraria de la Unesco y había recibido en París la insignia de Comandante de la Orden de las Artes y las Letras. En un comunicado de prensa, la secretaria de Estado de Cultura de Austria, Andrea Mayer, calificó a «un ícono del arte lírico y un pionero para generaciones de cantantes de ópera». “Con su legendario debut en Bayreuth en la década de 1960, hizo una contribución decisiva a la igualdad de derechos en el mundo de la ópera”, subrayó.