Un hombre sospechoso de ser narcotraficante murió el sábado (20 de mayo) en Ensenada, un pueblo en el norte de México cerca de la frontera con Estados Unidos, en un ataque armado contra conductores aficionados de rally de autos, que dejó otros nueve muertos, dijo la fiscalía. los lunes.
Alonso Arámbula Piña, quien participó en la carrera como piloto, fue “el blanco de este ataque”, dijo en conferencia de prensa el fiscal de Baja California, Ricardo Iván Carpio. En su automóvil viajaba un funcionario que trabajaba para un municipio de la región, José Eduardo Orozco Piña, también asesinado, según la misma fuente.
Los participantes en una carrera todoterreno estaban estacionados al costado de una carretera el sábado cuando varios hombres encapuchados salieron de una camioneta y abrieron fuego en su dirección. El fiscal explicó que Alonso Arámbula Piña tenía supuestos vínculos con el cartel de Sinaloa, encabezado por los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán (quien está preso en Estados Unidos) y que este ataque fue consecuencia de disputas con el cartel de Tijuana.
Agregó que “algunas” otras víctimas estaban involucradas “en actividades ilícitas, incluido el narcotráfico”, sin precisar si habían muerto o estaban entre los diez heridos. Tampoco indicó si estaban entre los pilotos. Baja California, con sus extensiones desérticas, es la meca de las carreras de vehículos todo terreno en las que participan pilotos de todo el mundo. Uno de los más famosos es el rally-raid “Baja 1000”.
México, sumido en una espiral de violencia, registra más de 400.000 muertos y decenas de miles desaparecidos desde el lanzamiento de una ofensiva militar antidrogas en 2006, apoyada por Estados Unidos. El deporte no se salva. El 15 de mayo, seis personas, entre ellas tres menores de edad, fueron asesinadas en un ataque armado contra hinchas de un partido de fútbol organizado por una familia en Pachuca, en el estado de Hidalgo (centro).