Un periodista mexicano fue asesinado a balazos el sábado 15 de julio en Acapulco (Occidente), el segundo en una semana en México, uno de los países más peligrosos del mundo para los profesionales de la información debido en particular a la violencia del crimen organizado.

El director de un sitio de información local, Nelson Matus, fue asesinado en un estacionamiento cercano a una tienda barata, indicó la fiscalía local, que anunció la apertura de una investigación por «delito de homicidio calificado con arma de fuego», prometiendo no dejar piedra sin remover.

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Nelson Matus tenía 15 años de experiencia como periodista. Se había especializado en cubrir la violencia que agitaba al estado de Guerrero (suroeste), explicó a la AFP la delegada en México de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF), Balbina Flores.

«Tenía un carácter introvertido» sobre todo en los momentos «en que la cobertura de la violencia era engañosa», recuerda un reportero que conoció a la víctima durante varios reportajes. “Siempre fue colaborativo y agradable”. “Tenía muchas conexiones con muchas fuentes”, añade este periodista, que asegura sentir “una indignación terrible”.

Especializado en hechos misceláneos, el portal de noticias Lo Real de Guerrero, del cual Nelson Matus era director, por ejemplo publicó el sábado un artículo sobre el hallazgo de “restos humanos en bolsas negras” cerca de un hotel en Acapulco.

El 8 de julio fue encontrado el cuerpo con huellas de violencia de Luis Martín Sánchez, pocos días después de la desaparición de este corresponsal del diario La Jornada en el estado de Nayarit (Noroeste). Con 13 periodistas asesinados según el recuento de las autoridades, 2022 fue el año más mortífero para los periodistas en México desde 2000.

El país es uno de los más violentos del mundo, con más de 150 periodistas asesinados desde 2000, según RSF. La ONG mexicana Artículo 19 enumera por su parte desde 2000 «160 asesinatos de periodistas en México, en posible relación con su labor» de profesionales de la información. El estado más afectado es Veracruz (sureste), con 31 asesinatos de periodistas desde 2000, sobre todo en la década de 2010, según esta misma ONG. Guerrero ocupa el segundo lugar con 15 asesinatos de periodistas desde 2000 (frente a dos en la capital Ciudad de México).

Guerrero es uno de los estados más afectados por la violencia presuntamente vinculada al narcotráfico. “El Guerrero está pasando por una situación muy compleja. Enfrenta niveles muy altos de violencia, lo que hace que los periodistas sean más vulnerables, especialmente aquellos que cubren noticias”, según la delegada de RSF, Balbina Flores.

El lunes, manifestantes prácticamente asediaron la capital del estado, Chilpancingo: 13 miembros de la fuerza pública y funcionarios fueron tomados como rehenes, la puerta del palacio del gobernador fue destrozada con un vehículo blindado robado a la policía, la carretera bloqueada… La los funcionarios públicos finalmente fueron liberados luego de negociaciones entre el gobierno federal y los manifestantes, quienes se creía que estaban infiltrados por el crimen organizado, dijeron las autoridades.

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La mayoría de los asesinatos de periodistas quedan impunes, lamenta RSF. El lunes, unas decenas de periodistas se reunieron en varias ciudades, incluida la Ciudad de México, para protestar contra el asesinato del corresponsal de Jornada. La oficina del Alto Comisionado de la ONU en México ha pedido una investigación «rápida, exhaustiva, independiente y efectiva» al condenar el asesinato de Luis Martín Sánchez.