No cambies tu estrategia ni un ápice. Con motivo de su primera vuelta al campo, en Sélestat (Bajo Rin), desde el discurso televisado del lunes, el presidente fue atacado violentamente por opositores. Si Emmanuel Macron no dudó en confrontarlos, el Jefe de Estado quiso responderles en buena y debida forma en una entrevista con los diarios regionales del grupo Ebra. Picado por el «desprecio» que habría tenido por los franceses al activar el 49.3 y luego promulgar rápidamente el proyecto de ley, Emmanuel Macron respondió: «No desprecio a nadie y siempre les digo la verdad a los franceses».
Martillando que es su «responsabilidad actuar por el bien del país», el presidente apunta a la oposición y apunta que «los despectivos son los que no dicen la verdad». El 22 de marzo, en su última entrevista televisiva, el inquilino del Élysée ya había bromeado sobre la falta de competencia “sobre el sentido de la responsabilidad”. “¿Quién hoy es respetuoso? ¿Los que en la Asamblea Nacional arman el alboroto cuando el Primer Ministro viene a hablar? Nunca he impedido que la gente hable, se oponga, se manifieste”, vitupera Emmanuel Macron, un mes después.
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El Presidente de la República puede despertar descontento e ira en la opinión pública, pero no se desliga de su mantra. A saber: la encarnación de una línea que cruza las divisiones, burlándose de las políticas pasadas, de derecha e izquierda. “Hay que explicar mejor el por qué de estos esfuerzos (…) Cuando dejamos caer la industria, empobrecemos los servicios públicos. ¡Esta es la historia de Francia desde los años 80! Es esta página la que estamos pasando”, ruge Emmanuel Macron. La oportunidad también para reprender a «la página del espíritu de derrota y mentiras», que sería encarnada por quienes cuestionan la necesidad de la reforma de las pensiones.
Si bien esto último ha provocado un fuerte movimiento de protesta en el país desde enero, el Jefe de Estado reitera que es «consciente de que la reforma no fue bien recibida». Camino, una vez más, a reconocer que la irritación del país contra él durará un tiempo: «Medo el coraje. Habrá demostraciones y conciertos panorámicos. Pero mi responsabilidad no es decir “te escuché y no voy a hacer nada”.