Es bien sabido que reducir las emisiones contaminantes mediante la adopción de fuentes de energía renovables mejora la calidad del aire. ¿Cuánto valoramos estos beneficios? Ésta es la pregunta que querían responder investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de Estados Unidos. Entre 2019 y 2022, un aumento del 55% en las turbinas eólicas y los paneles solares permitió reducir en 900 millones de toneladas el uso de combustibles fósiles para alimentar las plantas de producción de electricidad. Según los investigadores, esto equivale a retirar 71 millones de coches al año del parque automovilístico estadounidense. Según sus cálculos, la reducción de las emisiones de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno resultó en un ahorro de 249 mil millones de dólares, incluidos los costos de salud.

Según investigadores del University College de Londres y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, si los gobiernos se toman en serio sus promesas de lograr la neutralidad de carbono para 2050, ya no será necesario aprobar nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles. Según los científicos, cuyo trabajo fue publicado en la revista Science, los proyectos ya autorizados a escala mundial permitirán satisfacer las necesidades de aquí a 2050. «Es importante señalar que nuestra investigación establece que existe una base científica rigurosa «Apoyamos el estándar propuesto al demostrar que no hay necesidad de nuevos proyectos de combustibles fósiles», dijo a The Guardian uno de los autores del estudio, el profesor Steve Pye.

Las naciones más ricas del planeta acaban de cumplir una vieja promesa. En 2009, durante la COP15 celebrada en Copenhague, Dinamarca, los países desarrollados se comprometieron a pagar 100 mil millones de dólares al año a los países del Sur, los más afectados por el cambio climático. Según el compromiso original, el objetivo de 100 mil millones debía alcanzarse a más tardar en 2020. En 2022, según datos recopilados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los países más ricos alcanzaron y superaron el objetivo en contribuyendo con 116 mil millones de dólares a este fondo, que sin embargo fue considerado insuficiente por las naciones que menos contribuyeron al calentamiento global. Un nuevo objetivo de financiación ya es objeto de negociaciones y, en principio, debería entrar en vigor a partir de 2025.

Vermont se convirtió recientemente en el primer estado estadounidense en implementar una ley que permite solicitar compensaciones financieras a los gigantes petroleros después de un desastre causado por el cambio climático. El estado producirá un informe antes del 15 de enero de 2026, evaluando el costo total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Vermont entre 1995 y 2024. Estos datos también se utilizarán para calcular la cantidad de emisiones atribuibles a cada compañía petrolera. Según Associated Press, Maryland, Massachusetts y Nueva York están considerando establecer una medida similar. El lobby petrolero ha indicado, por su parte, que tiene intención de impugnar la nueva ley de Vermont.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pide que a partir de ahora se prohíban los anuncios asociados a combustibles fósiles, como se ha hecho en el pasado los de la industria tabacalera. “Insto a todos los países a que prohíban la publicidad de las empresas de combustibles fósiles”, afirmó el pasado miércoles. E insto a los medios y a las empresas de tecnología a que dejen de aceptar publicidad sobre combustibles fósiles”, añadió. Guterres destacó en particular el papel de la industria de los combustibles fósiles, que ha negado el cambio climático durante muchos años. “Debemos enfrentarnos directamente a quienes en la industria de los combustibles fósiles han demostrado un celo implacable por obstaculizar el progreso durante décadas. »