Sandrine Rousseau quiere cambiar «los códigos del poder». Más aún desde que escuchó el solemne discurso de Emmanuel Macron, pronunciado a pocos días de la promulgación de la reforma de las pensiones. El diputado ecologista vio en este discurso “una obstinación”, y el signo de un “poder extremadamente concentrado en el Elíseo”. Seguidor de los fragmentos de sonido, el funcionario electo fue aún más lejos al asociar esto con una práctica masculina y al llamar a la “desvirilización” de la política.
“Emmanuel Macron, y además su último discurso nos lo demostró, tiene un solo tipo de discurso que consiste en decir, tengo razón, no entiendes, y no me importa si no entiendes”, así lo denunció el diputado de París, invitado en France Info este miércoles. “Está casi en un asunto personal de la gestión de este retiro”, agregó.
Para ella, esto es lo «peor» de la Quinta República. Esto se evidencia por el hecho de que Elisabeth Borne no fue mencionada: «Ella no existe, sigue siendo fascinante». “Son códigos que están completamente desactualizados por la política y además se basa en una política que me parece muy anticuada, de los 80, un liberalismo algo frenético”, continuó.
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Sandrine Rousseau ha concluido así que «necesitamos desvirilizar la política». A sus ojos, es necesario «salir de la figura de los líderes autoritarios que imponen y emergen como vencedores de los conflictos sociales», para ir hacia la «discusión», el «intercambio» y la «humildad».