Rusia anunció este martes extender la reducción de su producción de crudo en 500.000 barriles diarios hasta finales de junio, más de un mes después de ordenar esta reducción como represalia por las diversas sanciones internacionales contra su crudo. “De acuerdo con la situación actual del mercado, la decisión de reducir voluntariamente la producción en un monto de 500.000 barriles por día será válida hasta junio de 2023 inclusive”, citó el viceprimer ministro encargado de Energía, Alexander Novak, a las agencias de noticias rusas.

Precisó que Rusia estaba “a punto de alcanzar el nivel objetivo de reducción” anunciado el 10 de febrero. “Se alcanzará en los próximos días”, continuó. Este anuncio se produce en medio de una visita del presidente chino, Xi Jinping, a Moscú. A pesar de la lluvia de sanciones internacionales contra el petróleo ruso (embargo y tope de precios de venta de crudo y productos refinados), China ha comprado mucho oro negro a Moscú desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania. Pekín se ha beneficiado notablemente de los descuentos de compra para su economía particularmente intensiva en energía.

La reducción anunciada de 500.000 barriles diarios supone una caída de alrededor del 5% de las actuales extracciones rusas diarias, que suman más de 9,5 millones de barriles. En el momento de la decisión inicial de Moscú en febrero, los observadores del mercado del oro negro lo habían visto como un deseo de impulsar los precios del mercado para frenar la caída de sus ingresos, estimados en un 42% para el mes de enero según la Agencia Internacional de la Energía ( AIE).