Bruno L., apodado el “depredador del bosque”, procesado por cinco violaciones de adolescentes entre 1998 y 2008, se suicidó durante su detención en la prisión de Fleury-Mérogis (Essonne), supo la AFP la fiscalía de Evry, confirmando una información. de Le Parisien. Bruno L. falleció el 20 de marzo a los 64 años.
Se encontraba en prisión preventiva, en espera de juicio por el secuestro de cinco adolescentes de entre 15 y 19 años, llevadas en coche a una zona boscosa y violadas a punta de pistola.
Operando con el rostro descubierto, luego los dejó “casi desnudos”, según documentos de la investigación consultados por la AFP. Aunque dejó rastros de ADN en la escena del crimen, no pudieron encontrarlo durante más de 20 años, ya que los investigadores no pudieron encontrar una coincidencia con los perfiles genéticos de sus archivos.
Finalmente se confundió con la ayuda del FBI, la policía federal estadounidense, gracias a la genealogía genética, una técnica única en Francia que consiste en comparar ADN desconocido con bases de datos estadounidenses, con la esperanza de encontrar coincidencias con antepasados o descendientes.
Su ADN permitió identificar a una pareja, fallecida en los años 1970, como parte de sus antepasados. Luego, los investigadores explotaron su árbol genealógico y pudieron rastrearlo hasta él. Su edad y su auto coincidían con los elementos de la investigación. También fue condenado en 1983 por atentado al pudor.
Detenido en su domicilio de Courtry (Sena y Marne), fue puesto en prisión preventiva el 13 de diciembre de 2022. En febrero, Bruno L. admitió ante el juez de instrucción haber premeditado sus acciones, las primeras en La Rochelle. el 4 de diciembre de 1998, los otros cuatro en la región de París, el 1 de abril de 1999, el 16 de abril de 2000, el 3 de julio de 2000 y el 8 de junio de 2008.
«Esta triste conclusión es una nueva injusticia infligida a las víctimas, incluidos mis clientes», reaccionó a la AFP Me Fares Aidel, abogado de dos partes civiles, incluida la primera víctima. “Se les privará para siempre del juicio que han anhelado y esperado durante tantos años”.
“Sin embargo, una cosa es segura: en lo que respecta a las investigaciones genéticas, habrá un antes y un después en este caso. Ahora nos centraremos en reparar el inmenso sufrimiento de nuestros clientes”, añadió. La AFP no pudo contactar inmediatamente con la abogada del detenido, Emma Lesigne.