El Primer Ministro conservador de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, anunció el viernes (1 de diciembre) la prohibición de los teléfonos móviles en las escuelas del país, una medida destinada a abordar la caída de las tasas de alfabetización. Las escuelas de Nueva Zelanda estaban entre las mejores del mundo en materia de alfabetización hace unos años, pero las habilidades de lectura y escritura de los jóvenes han disminuido, hasta el punto que algunos investigadores llaman una «crisis» de la alfabetización.

“Vamos a prohibir los teléfonos en las escuelas de toda Nueva Zelanda. Queremos que nuestros hijos aprendan y queremos que nuestros profesores enseñen”, declaró el Primer Ministro que asumió el cargo esta semana. Christopher Luxon ha dejado claro que prohibirá los teléfonos en las escuelas durante sus primeros 100 días en el cargo, adoptando una política que ya se ha probado en Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Esta medida pretende poner fin a las conductas disruptivas y promover la concentración de los estudiantes, señaló.

Investigadores del Education Hub de Nueva Zelanda advirtieron el año pasado sobre una «crisis de alfabetización» y descubrieron que más de un tercio de los jóvenes de 15 años apenas sabían leer o escribir.