Este es un nuevo récord y una prueba de que la protesta social contra la reforma de las pensiones sigue siendo fuerte. Tras la décima jornada de movilización del martes y una semana antes del Acto 11 del próximo jueves, el fondo de huelga intersindical alcanzó este jueves la inédita cantidad de 3,21 millones de euros, superando el umbral de los 3,2 millones de euros recaudados en 2020 durante el anterior movimiento huelguístico masivo .

“Desde el anuncio de la 49.3, hemos asistido a una explosión de donaciones y a una avalancha de solidaridad”, observó el pasado fin de semana Romain Altmann, de la CGT Info’Com y coordinador del fondo de huelga intersindical, lanzado el 10 de enero. La jornada de movilización del 23 de marzo incluso registró un récord absoluto con más de 405.000 euros recaudados en 24 horas, vía 5.010 donaciones. La semana anterior también se habían batido otros dos récords con una donación de 30.000 euros de un particular, que prefirió permanecer en el anonimato, y otra de 100.000 euros por parte de un sindicato SUD. “El desafío es que el movimiento se esfuerce al máximo para lograr la retirada de la reforma”, lanza Romain Altmann.

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Si el gatito solidario intersindical es el más importante, hay decenas más. El de la CGT confederal arroja una cantidad cercana a los 1,7 millones de euros, de los que hay que restar 430.000 euros del antiguo movimiento operado en 2020, que no se descontaron de la nueva gatita. Luego viene el fondo de huelga de France Insoumise, que reclama alrededor de 810.000 euros recaudados desde octubre de 2022. De nuevo, al total, hay que restarle 35.000 euros, recaudados en 2020 para reclamar un aumento salarial.

Además de estos fondos de huelga nacional, existen también los de las ramas locales y sectoriales de los sindicatos. Por ejemplo, los camioneros de la limpieza de París han recaudado casi 87.000 euros desde el inicio del movimiento social.

Para Romain Altmann, la proliferación de fondos de huelga «conduce a una posible duplicación de donaciones» y, por lo tanto, llama a las organizaciones a llevar a cabo una «acción coordinada». De hecho, cada estructura tiene un sistema de redistribución diferente. Para el fondo intersindical, «no seleccionamos a los huelguistas -que pueden ser trabajadores sindicalizados o no sindicalizados- para no ser acusados ​​de favoritismo», subraya la coordinadora. Por el lado de France Insoumise, “son mucho más selectivos y hacen sus elecciones de acuerdo con compromisos y sectores estratégicos que bloquean la economía”, señala Romain Altmann. Para la CGT, «es mucho más opaco, no sabemos mucho sobre cómo funciona su fondo», agrega.

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Desde el 10 de enero, el fondo solidario ya ha repartido más de 1,5 millones de euros a las distintas sucursales. Por ejemplo, el pasado sábado se anunció una donación de 100.000 euros a los trabajadores ferroviarios de Marsella. Y las solicitudes siguen creciendo, con decenas de solicitudes pendientes.

Sin embargo, estos fondos de huelga representan solo una pequeña parte de los fondos que realmente tienen los sindicatos. También se benefician de parte de las contribuciones de sus afiliados para apoyar a los empleados en huelga. Por ejemplo, el Fondo Nacional de Acción Sindical de la CFDT, creado en 1973, tiene 141 millones de euros. Para beneficiarse de la compensación a 7,70 euros la hora -frente a los 9 euros la hora con el Smic-, debe haber cotizado al menos seis meses a la CFDT.