El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo el jueves 7 de diciembre que su proyecto de ley destinado a deportar a inmigrantes ilegales a Ruanda “funcionaría”, mientras el Partido Conservador está dividido por una nueva versión del proyecto.
Rishi Sunak, presionado por la derecha del partido que quiere impedir cualquier recurso judicial contra las expulsiones, afirmó también que no autorizaría «a ningún tribunal extranjero a bloquear» los vuelos a Ruanda, durante una rueda de prensa.
“Haremos que estos aviones despeguen. Nous dissuaderons les immigrés clandestins de venir ici, et nous arrêterons enfin les bateaux» qui arrivent sur les côtes britanniques en traversant la Manche, a martelé le premier ministre, de plus en plus contesté par l’aile droite de son parti à quelques mois des elecciones legislativas.
La dimisión, el miércoles, del ministro de Inmigración, Robert Jenrick, alegando que esta nueva versión del proyecto de ley no iba «lo suficientemente lejos», aumentó aún más la presión sobre el jefe de Gobierno. La ex ministra británica del Interior, Suella Braverman, portavoz del ala derecha de los conservadores, le instó el jueves a «cambiar de rumbo» y le instó a modificar un proyecto destinado, según ella, al «fracaso».
El texto presentado el jueves a los diputados, la tercera versión de un proyecto controvertido inicialmente impulsado por el ex primer ministro Boris Johnson y bloqueado varias veces por los tribunales, «responde fundamentalmente a las preocupaciones del Tribunal Supremo», aseguró Rishi Sunak. Los magistrados británicos declararon ilegal el proyecto tal como está el mes pasado, expresando preocupación por la seguridad de los inmigrantes deportados a este país africano.
“No permitiré que ningún tribunal extranjero bloquee estos vuelos. Si el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo decide intervenir en contra de los deseos expresos de nuestro Parlamento soberano, haré lo necesario para garantizar que los vuelos sean autorizados”, aseguró también el jefe de Gobierno.