Malas noticias para el sector empresarial francés. Casi todos los jefes no se plantean deslocalizar su actividad. El 90% de ellos asegura que “esto no está en la agenda”, según la tercera edición del barómetro de soberanía elaborado por OpinionWay para la consultora de compras By.O. Grupo, desvelado por Les Echos.

De los 506 directivos entrevistados entre el 9 de octubre y el 3 de noviembre, casi uno de cada dos jefes de grandes grupos no fue considerado “soberano”. Una cifra superior a 5 puntos con respecto a 2022 y a 9 puntos con respecto a 2021. Es en el sector industrial donde esta “nueva dependencia del exterior es más fuerte”, detallan nuestros colegas. «La soberanía sigue siendo una ilusión para las grandes empresas», afirma Marc Debets, presidente de By.O. Grupo.

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En un contexto de guerras en Ucrania y Oriente Medio, el suministro por parte de proveedores situados en el extranjero supone un freno al crecimiento para todos los directivos encuestados, mientras que en 2022 sólo representaban el 37%. A esto se suma la crisis energética que sigue pesando sobre los costes empresariales. : 7 de cada 10 directivos cree que seguirá aumentando sus gastos y/o afectará su capacidad para asegurar su producción este año.

Si bien los directivos de los grandes grupos no se plantean deslocalizar su actividad en Francia, están sin embargo más abiertos que hace un año a repatriar su actividad a Europa. Algo más de una cuarta parte de ellos (28%) quiere regresar al Viejo Continente, frente al 3% en 2022 y el 43% se plantea algún proyecto (frente al 15% el año pasado). “La competitividad de los precios sigue siendo el principal obstáculo. Las grandes empresas que se deslocalizan buscan costes laborales bajos”, destaca Marc Debets. Por tanto, Europa parece ser una solución intermedia para estas empresas y permite, en parte, acercarse a Francia.