Rusia adoptó el viernes 31 de marzo una nueva estrategia de política exterior, señalando a Estados Unidos y Occidente como origen de «amenazas existenciales» para Moscú, en el contexto de una crisis diplomática vinculada al conflicto en Ucrania. «Los trastornos en el escenario internacional» obligan a Rusia a «adaptar sus documentos de planificación estratégica, en particular (el de) la concepción de la política exterior de la Federación Rusa», justificó el presidente Vladimir Putin durante una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional.
El país se fija la «prioridad» de eliminar la «dominación» de los occidentales mientras se describe a sí mismo como un defensor de la «civilización» de habla rusa. “Rusia tiene la intención de dar atención prioritaria a la eliminación de los remanentes de la dominación de Estados Unidos y otros estados hostiles en los asuntos mundiales”, se lee en este documento publicado en el sitio web del Kremlin.
China e India se destacan como socios clave de Rusia. “La profundización general de los lazos y la coordinación con los centros mundiales de poder soberano amistoso y desarrollo ubicados en el continente euroasiático es de particular importancia”, se puede leer en este documento publicado en el sitio web del Kremlin, en el capítulo dedicado a China e India.
Según su jefe de la diplomacia, Sergei Lavrov, el nuevo documento señala «la naturaleza existencial de las amenazas (…) creadas por las acciones de países hostiles», llamando a Estados Unidos «principal instigador y conductor de la lucha antirrusa». línea». «En general, la política de Occidente de debilitar a Rusia por todos los medios se caracteriza como un nuevo tipo de guerra híbrida», agregó Sergei Lavrov.
La nueva estrategia de política exterior rusa se basa en el principio de que «las medidas contra Rusia tomadas por países hostiles serán constantemente opuestas, severamente si es necesario», agregó. La adopción de esta nueva estrategia de política exterior ratifica la profunda ruptura que existe entre Moscú y los países occidentales desde el lanzamiento de la ofensiva rusa contra Ucrania. Este conflicto provocó una crisis diplomática de una gravedad que recuerda a la era de la Guerra Fría.