La justicia rusa ha condenado a 18 años de prisión a un hombre acusado de ser un agente ucraniano que cometió un atentado con bomba contra un edificio administrativo en Melitopol, en la Ucrania ocupada, informaron el jueves 23 de noviembre agencias rusas.

Los funcionarios y oficinas de la administración de ocupación rusa son regularmente blanco de ataques, a veces fatales, atribuidos por Moscú a grupos ucranianos que operan detrás de las líneas enemigas. Para Kiev son combatientes de la resistencia, mientras que los rusos los ven como “terroristas”.

El acusado Dmitry Golubev, ciudadano ucraniano, fue condenado por un tribunal militar en la ciudad rusa de Rostov del Don, informó la agencia de noticias Interfax, y cumplirá su condena en una colonia penitenciaria en «dieta severa». Según Intefax, fue declarado culpable de un acto de “terrorismo internacional”. “Soy ucraniano, defendí a Ucrania, ¿cómo es eso un delito? Allí no hay terrorismo internacional”, afirmó Goloubev en junio, al inicio de su juicio, según el periódico ruso Kommersant.

Según la acusación, citada por la agencia TASS, había trabajado desde finales de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó su ataque contra su vecino, para la inteligencia militar ucraniana en la parte de la región de Zaporizhia ocupada por el ejército ruso, y estaba entrenados en la fabricación de explosivos. También según la misma fuente, el 10 de agosto de 2022 detonó una bomba que dañó la fachada y el interior de un centro administrativo de la policía de transporte en Melitopol, sin causar víctimas.

El miércoles, en la audiencia, rechazó la etiqueta de «terrorista», pero admitió haber organizado esta explosión y haber planeado otras dos, según un corresponsal de la agencia TASS.