Un tribunal surcoreano ordenó el jueves (23 de noviembre) a Japón compensar a 16 mujeres víctimas de esclavitud sexual durante la Segunda Guerra Mundial, anulando una decisión de un tribunal inferior que las había desestimado dos años antes.

En 2021, este primer caso civil fue presentado ante la justicia en Corea del Sur contra Tokio por quienes fueron llamadas eufemísticamente «mujeres de consuelo», personas reducidas a la esclavitud en los burdeles del ejército imperial durante el conflicto global.

Un tribunal del distrito central de Seúl destacó luego la “inmunidad soberana” de Tokio para despedir a estas mujeres, el 21 de abril de 2021, considerando además que aceptar las solicitudes de las víctimas podría provocar un incidente diplomático. Pero el Tribunal Superior de Seúl dictaminó, el jueves, que era «razonable decir que la inmunidad soberana no debe respetarse (…) en casos de conducta ilegal», según un documento judicial consultado por la AFP.

Ordenó que se pagaran unos 200 millones de wones (unos 141.000 euros) a cada uno de los demandantes. El tribunal dijo que las víctimas habían sido “secuestradas por la fuerza o atraídas a la esclavitud sexual” y dictaminó que, como resultado, habían sufrido “daños” y “no pudieron llevar una vida normal después de la guerra”. Lee Young-soo, una de los 16 demandantes que ahora tiene 95 años, levantó los brazos con alegría al salir del tribunal y dijo a los periodistas: «Estoy muy agradecida… Agradezco a las víctimas que murieron”.

Según los historiadores, hasta 200.000 mujeres, en su mayoría de Corea, pero también de otras partes de Asia, incluida China, fueron obligadas a convertirse en esclavas sexuales de los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. La cuestión ha pesado durante mucho tiempo en las relaciones bilaterales entre Seúl y Tokio, que colonizaron la península de Corea entre 1910 y 1945. La medida se produce mientras el gobierno conservador de Corea del Sur del presidente Yoon Suk Yeol busca enterrar el hacha histórica y fortalecer los lazos con Tokio para que los dos países pueden enfrentar juntos a una Corea del Norte cuyas amenazas militares se están intensificando.

El gobierno japonés niega responsabilidad directa por los abusos cometidos durante la guerra y afirma que las víctimas fueron reclutadas por civiles y que los burdeles militares fueron explotados comercialmente. Tokio siempre se ha negado a comparecer ante los tribunales surcoreanos, sosteniendo que la disputa había sido resuelta por el tratado de 1965 que implicaba el pago de reparaciones.