El 19 de abril, la fiscalía de París solicitó un juicio penal para la «sacerdotisa paparazzi» Michèle Marchand, sospechosa de haber extorsionado a la presentadora de televisión Karine Le Marchand en 2020, supo el martes a la AFP una fuente cercana al expediente.
Según esta fuente, Michèle Marchand, de 77 años, que niega los hechos, está acusada de haber presionado al presentador de «L’amour est dans le pré» (M6), parte civil en este caso, que pagó 1.600 euros para que no publicaría fotos de su hija saliendo de la custodia policial.
Según elementos de las requisas de los que tuvo conocimiento la AFP, «Mimi» Marchand en un momento «se volvió más apremiante o incluso amenazante mediante insinuaciones, indicándole en particular, mientras que Karine Lemarchand no se puso a disposición y no lo retuvo». Pagó todo el importe mencionado (3000 euros) durante su primer intercambio: Será demasiado tarde… es molesto para el pequeño.
Las fotografías fueron tomadas por una de las estrellas de los paparazzi, Sébastien Valiela, para quien la fiscalía solicita un juicio por corrupción y encubrimiento de violación del secreto profesional. La fiscalía también solicita que se juzgue al agente de policía Marc M., de 45 años, sospechoso de haber proporcionado información a Sébastien Valiela. Podría ser juzgado por violación del secreto profesional. También estuvo implicado un policía fallecido en 2022.
Esta investigación judicial también se centró en otro caso: Marc M. y otro policía, David O., de 55 años, son sospechosos de haber informado a Sébastien Valiela sobre el momento preciso en el que la pareja Piotr Pavlenski y Alexandra de Taddeo. Esta detención se produjo dos días después de la difusión, reivindicada por Pavlenski, de vídeos de carácter sexual de Benjamin Griveaux, entonces candidato del LREM a la alcaldía de París, que precipitó su retirada de la batalla municipal el 14 de febrero de 2020.
La semana siguiente, Paris Match difundió fotografías y un vídeo que mostraba a Piotr Pavlenski tendido boca abajo en el suelo con las manos esposadas. Marc M. también podría ser juzgado por falsificación de documentos públicos por estos hechos – la fiscalía no solicitó que se tuviera en cuenta una circunstancia agravante que podría haber llevado este caso al juzgado penal departamental -, mientras que David O. se arriesga a una audiencia por violación del secreto profesional y complicidad.
Preguntada por la AFP, Caroline Toby indicó que había hecho observaciones con el fin de desestimar el caso de su cliente “Mimi” Marchand.