El senador estadounidense Robert Menéndez, ya acusado de corrupción y tráfico de influencias en beneficio de Egipto, ahora está acusado de actos similares en beneficio de Qatar, según un documento judicial publicado el martes 2 de enero. La justicia federal le acusa de haber facilitado una inversión qatarí en un proyecto inmobiliario en Nueva Jersey, cerca de Nueva York, a cambio de sobornos. Según la acusación, Robert Menéndez hizo «varias declaraciones públicas de apoyo al gobierno de Qatar», declaraciones que se apresuró a enviar al promotor del proyecto inmobiliario para que éste las compartiera con sus contactos qataríes.

También habría presentado a este promotor, Fred Daibes, a un miembro de la familia real qatarí, uno de los directores de la sociedad inversora. El senador demócrata de 70 años supuestamente aceptó y recibió, junto con su esposa, “cientos de miles de dólares en sobornos”, incluidos lingotes de oro, grandes sumas de dinero en efectivo y otros bienes valiosos, según fiscales federales de Manhattan, que reunieron el ya conocido expediente vinculado a Egipto con este nuevo componente que involucra a Qatar.

En septiembre, el funcionario electo negó rotundamente las acusaciones anteriores y rechazó los pedidos de dimisión. Sin embargo, había renunciado a la presidencia del poderoso Comité de Asuntos Exteriores del Senado. El político de origen cubano, veterano en la política, ya se había declarado inocente a finales de septiembre de las acusaciones anteriores. Está previsto que el juicio comience el 6 de mayo.

No es la primera vez que el rico emirato gasífero es citado en este tipo de asuntos. A finales de 2022, el “Qatargate” inundó el Parlamento Europeo, con acusaciones de “corrupción” que involucraban a “un país del Golfo”, rápidamente identificado como Qatar, sospechoso de “influir en las decisiones económicas y políticas” de los diputados europeos.