Ciudad de Panamá, Panamá/Juega mosca. En un país en donde cada ciudadano genera diariamente 1,2 kilogramos de basura (2,6 libras), según cifras del PNUD, el reciclaje de los desechos orgánicos podría verse beneficiado con un insecto que contribuiría a minimizar este creciente problema: la larva de la mosca soldado negra.
Esta larva se alimenta de todo tipo de desechos orgánicos y tiene la capacidad de convertirlos en un abono llamado frass, además de que la propia larva puede ser utilizada como un suplemento alimenticio, explicó Pablo Montero, investigador de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP).
Montero indicó que la investigación “Insectos con potencial en el reciclaje de basura orgánica en Panamá” inició en diciembre pasado con la participación de los también investigadores Randy Atencio y Abby Guerra, tarea que cuenta con el auspicio de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
Para llegar a la mosca soldado negra (Hermetia illucens L.) los investigadores detallaron en su informe que establecieron un listado de 20 principales especies de insectos que pueden contribuir al reciclaje de basura orgánica a nivel mundial.
De estos insectos, indicaron que existen dos especies que tienen mayor potencial de ser multiplicadas en Panamá, que incluyen a la mosca soldado negra y al gusano de la harina (Tenebrio molitor L.).
La mosca soldado negra presenta una conversión promedio de 1.5 kilogramos de residuos orgánicos ingeridos por kilogramo de insecto producido, cuya producción, por ejemplo, se indica que se ha logrado en la Finca Agrícola Chispita, ubicada en Aguadulce, provincia de Coclé.
### Beneficios de la larva de la mosca soldado negra
Johanna Gutiérrez, gerente de Investigación y Desarrollo de Agrobiológicos de Panamá S.A., una división de Agrícola Chispita, manifestó que la reproducción de este insecto partió de un proyecto de tesis presentado por un estudiante de Chitré, provincia de Herrera, y que poseen una planta piloto donde se analiza el ciclo de vida de la mosca soldado negra, lo que come y cómo se reproduce.
“Las larvas de la mosca soldado negra son ricas en proteínas, capaces de sustituir la harina de soya y la de pescado”, afirmó.
Para los investigadores, la utilización de estos insectos puede contribuir a nivel nacional en el procesamiento y respectivo reciclaje de basura orgánica proveniente de restaurantes, residencias, mercados públicos y de las cosechas, con el fin de transformarlas en fertilizante orgánico y proteína para consumo humano o animal.
### Impacto ambiental y de salud pública
Datos de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario de Panamá, citados en el estudio, indican que se estima que en Panamá se generan 4,372.72 toneladas diarias (t/d) de desechos, de los cuales el 57.8% (2,527.43 t/d) son recolectados para ser trasladados a los 60 vertederos y 2 rellenos habilitados en los 81 municipios del país.
El resto, que constituye aproximadamente 1,845.29 t/d no se dispone de manera adecuada, terminando en terrenos baldíos, ríos, quebradas y finalmente llega al mar, convirtiéndose en un serio problema medioambiental y para la salud pública de los panameños.
“Aunque en el país la basura es inicialmente clasificada como inorgánica, orgánica y desechos peligrosos, de manera más detallada se estima que la basura generada en Panamá se divide principalmente en desechos orgánicos (45%), papeles (26%), plásticos (12%), vidrios (8%), metales (5%) y otros (4%), por lo que la búsqueda de alternativas para reciclar estos desechos y que no terminen en sistemas ecológicos de vida y en efectos directos sobre la salud humana, se vuelve más que fundamental”, se indica.
### Futuro de la bioconversión en Panamá
Los investigadores afirman en su estudio que en los próximos años los insectos jugarán un papel preponderante en el flujo de nutrientes provenientes de reciclaje de residuos de mercados públicos y vertederos que acumulan miles de toneladas de basura orgánica.
Advierten que en Panamá las iniciativas de uso de los insectos para la bioconversión, como las ya existentes, pueden ser financiadas por capital gubernamental y privado, con el propósito de divulgar y promover el uso de especies que cumplan con las características necesarias para ser utilizadas como bioconversores, como ocurre en las regiones de América del Norte, Asia y Europa.
En cuanto al uso de insectos en la vida diaria, Panamá igualmente avanza hacia su consumo para garantizar la seguridad alimentaria y prueba de ello es que en la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), por ejemplo, se aprestan a hacer una degustación del grillo nativo A. domesticus, el de color marrón que se encuentra en los jardines.
“En casos como este debemos estar siempre informados de todo lo que atañe al consumo, sobre todo porque las investigaciones se hacen con fondos públicos. La cantidad de proteínas que tienen los insectos es indiscutible y para allá va el mundo”, estimó por su parte Pedro Acosta Insturaín, presidente de la Unión Nacional de Consumidores de la República de Panamá (Uncurepa).