Irán denunció el miércoles 19 de diciembre como «destructiva» la sentencia de la justicia sueca que confirma la cadena perpetua de un ex funcionario penitenciario iraní, Hamid Noury, por su papel en las ejecuciones masivas de opositores ordenadas por Teherán en 1988.
«Es lamentable que el tribunal sueco, sin considerar los estándares de un juicio justo, haya decidido emitir un veredicto tan destructivo», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani, en un comunicado difundido el miércoles.
La justicia sueca confirmó el martes en apelación la sentencia de primera instancia que había condenado a Hamid Noury a cadena perpetua «por graves violaciones del derecho internacional humanitario y por asesinato». «Irán considera fundamentalmente inaceptable la decisión de los tribunales de primera instancia y de apelación sobre Hamid Noury, un ciudadano iraní, y la condena enérgicamente», dijo el comunicado del ministerio.
Hamid Noury, de 62 años, fue detenido en 2019 en el aeropuerto de Estocolmo, donde los opositores iraníes afirman haberlo atraído para que permitiera su arresto, posible gracias a la extraterritorialidad de los delitos más graves según la legislación sueca. En 1988 trabajó como fiscal adjunto en una prisión cercana a Teherán, pero afirmó haber estado de permiso en el momento de los hechos.
La decisión sueca podría tener repercusiones en la suerte de los prisioneros suecos en Irán, en particular el diplomático de la Unión Europea Johan Floderus, detenido desde hace más de 600 días. Teherán «utilizará todas sus capacidades legales para liberar» a Hamid Noury y «se reserva el derecho de tomar las medidas apropiadas», añadió el portavoz del ministerio iraní.