Sí, pero sería muy débil. «Para los automovilistas que circulan por los puentes existentes, la reducción del tiempo de viaje de Lévis a Quebec sería de cinco minutos de media», se lee inmediatamente en el informe, que califica esta mejora de «limitada» en el contexto del continuo aumento del tamaño. del parque automovilístico de Canadá. En otras palabras, un usuario que ya utiliza el puente de Quebec o el puente Pierre-Laporte sólo ahorraría cinco minutos en su viaje habitual si se añadiera un puente o un túnel que cruzara el río en la región de Quebec.

No, todo lo contrario. Aquí es donde radica el problema: a pesar de estas pequeñas ganancias en tiempo y movilidad, la adición de un enlace entre ríos hacia el este preferiría “tener el efecto de mover la congestión observada en la cabecera de los puentes existentes, en lugar de resultar en última instancia en No hay beneficio de movilidad en la red de carreteras”, afirma también el Fondo. Su informe evalúa incluso que la congestión podría aumentar en las autopistas 40 y 440, ya las más transitadas, que quedarían muy sobrecargadas. También se observaría un “aumento significativo de la congestión” en toda la red de carreteras de la ciudad de Quebec, “lo que requeriría una reconfiguración importante” de varias rutas clave donde el tráfico podría eventualmente disminuir.

Siempre es posible especular sobre esta cuestión, pero todo indica que no, ya que el análisis de la Caisse de dépôt va acompañado de modelos obtenidos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (MTMD). Estos “muestran poco crecimiento en los flujos viales entre ríos en comparación con la situación observada actualmente”. Esta es también la opinión de varios investigadores. En resumen, contrariamente a lo que afirman varios observadores en los últimos meses, la Caisse no cree que el nivel de congestión vaya a aumentar en los próximos años, sobre todo porque «el flujo de camiones sigue siendo moderado durante las horas punta, es decir, menos de 5 % de viajes”.

En cualquier caso, no realmente, si confiamos en la Caisse, que ha revisado seis corredores para la posible implementación del tercer enlace que se extenderá a lo largo de 25 kilómetros a lo largo del río San Lorenzo. Del documento se desprende que «el flujo de vehículos que utilizan uno u otro de los corredores estudiados es relativamente bajo en dirección norte, es decir desde Lévis hacia Quebec, en dirección a la hora punta de la mañana». Así, la descongestión de los puentes existentes resultante de un posible tercer enlace sería “menor en dirección norte y mayor en dirección sur, de Quebec a Lévis, es decir, en dirección opuesta a las horas punta”.

Dependería del corredor elegido, pero ya podemos suponer que serían importantes. Por ejemplo, para el corredor que va de un centro de la ciudad a otro, “la salida prevista del túnel en la ciudad de Quebec se realiza en una zona muy urbanizada, adyacente al sector patrimonial del Viejo Quebec”, señala la Caisse. Precisa de paso que “el punto de entrada del túnel de carretera en el territorio de Lévis invade tierras agrícolas protegidas”. En el corredor previsto al este de los puentes, existiría el riesgo de afectar «humedales de interés y áreas de conservación» en el lado de Quebec y entornos naturales en el lado de la costa sur, añaden los autores del informe.