El sistema de verificación de cuentas en el Twitter de Elon Musk no podía ser más incomprensible y, sin embargo, la perplejidad reinó el sábado 22 de abril, con las insignias azules volviendo a aparecer en algunas cuentas de medios o personalidades, les guste o no. «¡Por mi alma que no pagué por Twitter Blue, hombre Tesla, sentirás mi ira pasar!», tuiteó el rapero estadounidense Lil Nas X, cuyo perfil muestra la marca de verificación azul.

Antes gratuito, y garantía de autenticidad y notoriedad, ahora significa que el usuario está suscrito a Twitter Blue (por 8 dólares al mes) y que su número de teléfono ha sido verificado por la plataforma. Este jueves, las cuentas que tenían la antigua insignia azul la perdieron, a menos que pagaran por la nueva, siguiendo la estrategia de Elon Musk puesta en marcha este invierno para autenticar a los usuarios y generar nuevos ingresos. Pero una pequeña fracción de ex usuarios distinguidos se suscribió: menos del 5% de los 407.000 perfiles en cuestión, según el investigador Travis Brown.

El viernes y el sábado, un número creciente de personalidades encontraron una marca azul, aparentemente sin acción de su parte, como el escritor Stephen King, el campeón de la NBA LeBron James o el expresidente Donald Trump. «No significa no, muchachos», tuiteó la periodista de tecnología Kara Swisher el sábado, explicando que había sido «controlada a la fuerza» sin su «consentimiento». “La gente necesita saber: ¿Elon me ama por mí o por los 1,49 millones de personas que me siguen?”, agregó, una hora después de afirmar que no pagaría “ocho dólares al mes por una marca de verificación azul y herramientas bla”.

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Muchos usuarios autenticados, a pesar de sí mismos, querían que se supiera que no tenían nada que ver con eso, porque la controvertida insignia se ha convertido en un símbolo de apoyo a Elon Musk. «Tenga en cuenta que no me he suscrito a Twitter Blue, aunque por alguna razón misteriosa mi marca de verificación azul se muestra de nuevo», dijo el autor Rick Wilson.

El economista progresista y premio Nobel Paul Krugman, que se burló de la «impulsividad descontrolada» de Elon Musk el pasado mes de julio, dijo el sábado: «No tuve nada que ver con eso y ciertamente no voy a pagar». El jefe de Twitter, Tesla y SpaceX respondió con una imagen de un bebé untado en salsa de tomate, llorando sobre su plato de pasta y usando un babero azul con una marca de verificación.

Este viernes, el dirigente había indicado que «pagó personalmente algunas suscripciones». “Jaque mate”, tuiteó misteriosamente este sábado, en medio de especulaciones. “El modelo de negocios de Musk es falsificar los patrocinios de celebridades como una caja de píldoras para agrandar el pene”, dijo el abogado Max Kennerly.

Los relatos de personas fallecidas, como el chef estadounidense Anthony Bourdain, también han recibido la nueva insignia azul. Y muchas cuentas de medios oficiales también lo tienen, incluso el New York Times, que perdió su certificación a principios de abril después de que Elon Musk calificara la información allí publicada como “propaganda”.

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Algunas organizaciones de noticias importantes tienen una insignia dorada reservada para «organizaciones verificadas» que pagan al menos $ 1,000 por mes. Pero la radio pública estadounidense NPR y el grupo de medios públicos CBC Radio-Canada aún no habían comenzado a tuitear nuevamente hasta el sábado. Estas dos organizaciones suspendieron recientemente sus actividades en Twitter en protesta por las etiquetas que Twitter les había puesto: “medios financiados por el gobierno” o “afiliados al estado”, términos antes reservados para medios no independientes financiados por el gobierno autocrático.

El viernes, la plataforma de Elon Musk eliminó estas etiquetas, incluso para la agencia oficial china Xinhua (Nueva China) o la rusa RT. “¿El propósito real de todo este alboroto de NPR era ayudar a China y Rusia? Suena como: al eliminar las etiquetas de los medios controlados por el estado, Twitter está ayudando a la propaganda”, señaló Kara Swisher el sábado por la mañana. AFP no contactó a Twitter, que oficialmente ya no responde a la prensa salvo con un emoticón en forma de caca.