Después de la electricidad, ¿se vislumbra una nueva subida de precio para otra energía? La factura del gas francesa debería experimentar un nuevo aumento en julio, esta vez vinculado al aumento del precio de las redes de distribución anunciado el viernes por la Comisión Reguladora de la Energía (Cre) y el gestor de redes GRDF. Esta tasa de uso de la red (conocida como “ATRD”) aumentará en promedio un 27,5% el 1 de julio, según una decisión de la Cre adoptada desde hace cuatro años.
El impacto en la factura del consumidor residencial ascenderá al 5,5%, es decir, 7,30 euros al mes con impuestos incluidos para un cliente medio de calefacción, tal como se presenta en el precio de referencia de venta del gas (PRVG) publicado cada mes por la Cre, estima la policía energética. Será del 10,4%, o 2,20 euros al mes con impuestos incluidos, sobre la factura total de un cliente medio de agua caliente sanitaria/cocina según se presenta en el PRVG.
Esta tarifa representa los costes de transporte de gas a cargo de GRDF y facturados por los proveedores a los consumidores. Según GRDF, tres cuartas partes del aumento anunciado son un efecto de arrastre debido a los caprichos del período anterior, durante el cual los costos aumentaron. Durante los últimos cuatro años, “el precio se ha mantenido estable y por tanto no ha podido cubrir todos los costes de la empresa”, explica el grupo. «GRDF y Cre trabajaron juntos para desarrollar el marco y la estructura de la nueva tarifa con el fin de prepararse para el futuro y hacer que el modelo sea más resiliente».
Según Cre, “esta tarifa permite mantener un alto nivel de seguridad de las redes y contribuir activamente a la transición energética, en particular permitiendo la integración del biogás en las redes”. El Gobierno casi ha duplicado desde el 1 de enero el impuesto especial sobre el gas, impuesto pagado por los proveedores y que se repercutirá en las facturas de los abonados a un precio fijo.