Un gatito sobre Leetchi acaba de ser lanzado por familiares de la víctima de la bárbara violación de Cherburgo para que «pueda ser socorrida más tarde cuando salga del hospital», según ha podido saber Le Figaro el séquito de la joven. Este bote es accesible haciendo clic en el siguiente enlace. El joven de 29 años todavía se encuentra en coma inducido. Su estado de salud no ha cambiado desde su terrible atentado el 4 de agosto.

“Vivimos de hora en hora, no sabemos lo que nos deparará el mañana. Vemos el futuro un poco oscuro de su lado, no sabemos si podrá volver a caminar o si psicológicamente estará bien”, afirma el padre de la víctima.

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La violación se remonta al viernes 4 de agosto. Esa mañana, la joven de 29 años, que vive sola en el segundo piso de un edificio en el centro de Cherburgo, se prepara para ir a trabajar. Alrededor de las 8 de la mañana, en circunstancias aún no esclarecidas, un individuo logra irrumpir en su domicilio.

Según el testimonio de la víctima, su agresor -a quien ya había visto pero no conocía- la golpeó en la cara y en todo el cuerpo. Luego la viola varias veces, en particular con un palo de escoba de 75 centímetros. Los médicos diagnostican a la víctima perforación de colon, intestino delgado, peritoneo y diafragma, neumotórax, fracturas de costillas y alto riesgo de shock séptico. Heridas tan insoportables que algunos miembros del personal del hospital de Cherburgo se emocionan hasta las lágrimas.

Un sospechoso de 18 años, ahora acusado y en prisión preventiva, fue detenido una semana después, confundido por un rastro papilar dejado en una puerta de la casa de la víctima. Oumar N., ya condenado cinco veces por los tribunales, era conocido en su barrio por sus numerosas incivilidades y violencia contra su madre.