En toda Francia, varios incidentes marcaron las manifestaciones del Primero de Mayo, impulsadas este año por la oposición a la reforma de las pensiones. Decenas de carteles fueron destrozados en la capital y un policía resultó gravemente quemado tras ser alcanzado por un cóctel molotov.

Al salir del Consejo de Ministros, este miércoles, Olivier Véran arremetió contra «los que vinieron a romper y matar». “Tenemos que ser reactivos ante los matones que (…) como en Sainte-Soline, llegan 3 días antes para preparar el terreno”, prosiguió el portavoz del Gobierno. Ante la “violencia excepcional” de los movimientos de la multitud, durante los cuales estallaron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, Olivier Véran pidió “moderación”. Sin embargo, reiteró «la necesidad (…) de garantizar la seguridad en todas partes», poniendo «fuera del estado» a los elementos radicales mediante «cheques» y «extracciones de personas conocidas por actos de violencia».

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Por primera vez, la jefatura de policía de París había desplegado drones sobre la procesión parisina para evitar el riesgo de alteraciones del orden público. Invitado este miércoles en RTL, Éric Dupont-Moretti afirmó su deseo de ir más allá. El Guardián de los Sellos dijo así que estaba «pensando» en una nueva ley anti-ruptores, en colaboración con el Ministro del Interior, Gérald Darmanin.