Cuando se trata de designar la estación más alta de Francia, suele citarse un nombre: Bolquère-Eyne. Situado en los Pirineos Orientales y culminando a 1.592 metros de altitud, está comunicado por el Tren Amarillo, apodo dado a los trenes TER que conectan Villefranche – Vernet-les-Bains con Latour-de-Carol – Enveitg. En el andén único donde paran cada día media docena de trenes, un cartel anuncia con orgullo: “La estación SNCF más alta de Francia le da la bienvenida”.
Entonces, ¿sin duda, dices? En realidad, este título corresponde a una parada de ferrocarril situada en los Alpes: la estación Nid d’Aigle, en Alta Saboya. A diferencia de la estación Bolquère-Eyne, no forma parte de la red ferroviaria nacional (como lo demuestra este mapa), ni forma parte de las estaciones atendidas por la SNCF. Allí sólo para una parte del año un tren turístico: el tranvía del Mont Blanc, abierto desde 1913. Saliendo de Le Fayet (540 m), se tarda unos 45 minutos en subir hasta su terminal, a 2372 metros sobre el nivel del mar. La línea mide 12,4 km y debido a los importantes desniveles (pendiente media del 15%), está equipada con una cremallera.
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Sin embargo, desde el verano de 2023 los clientes turísticos ya no podrán subir al Nid del Águila. Para responder a la creciente afluencia de visitantes, la terminal (hasta ahora consistía en una sencilla plataforma al aire libre con pocas comodidades) se está transformando en una verdadera estación. Los servicios se limitan a Bellevue (1794 m) o Mont Lachat (2074 m), dependiendo de las condiciones climáticas del día. Sólo los candidatos a la ascensión al Mont Blanc con reserva en el refugio Nid d’Aigle (punto de partida del «recorrido normal») siguen teniendo el privilegio de detenerse en la terminal gracias a trenes especiales reservados a los montañeros.
Cuando las obras finalicen en 2026, los turistas podrán volver a bajar en la estación más alta de Francia. Hasta entonces, podrán utilizar, tanto en verano como en invierno, los cuatro nuevos trenes puestos en servicio en 2022. Llamados Marie, Anne, Jeanne y Marguerite (nombres de pila de las hijas del director de operaciones en los años 50), tienen 130 plazas y están un poco más rápido que los antiguos: 20 km/h de media, frente a los 15 km/h de los antiguos equipos que databan de 1957.
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