Bourvil, fallecido hace exactamente 53 años, se celebró ayer en Saint-Julien d’Intres, en el corazón de Ardèche. A los 300 habitantes que viven en este pueblo se han sumado funcionarios, empezando por el prefecto y el subprefecto del departamento. Inauguraron el Relais des Cracks, una barrera de vigilancia donde, en 1967, Bourvil filmó durante tres semanas varias escenas de una película dirigida por Alex Joffé, Les cracks.

En la pantalla lo vemos, entre otras cosas, intentando subir a un tren, cuando de un vagón salen cerdos. La línea que entonces conectaba varios municipios se cerró en 1968 y los carriles fueron sustituidos por un carril de 90 kilómetros reservado a bicicletas y peatones. Llamada “Dolce Via”, ofrece una vista de las montañas del valle del Ródano, pero también de las fuentes del Loira. Varias decenas de miles de caminantes caminan por allí cada año. Hoy en día se ha convertido en la ruta europea preferida de los turistas holandeses.

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En 2010, la casa del guardia de la barrera fue comprada por el municipio y pintada de rosa, es decir, el color de la fachada que vemos en la pantalla. Las dos salas y la terraza han sido reformadas y transformadas en un snack bar que ahora sirve de paso a peatones y ciclistas. De las paredes colgaban un cartel y fotografías de una película en la que Bourvil se caía de la bicicleta. Esta caída fue el origen de una batería de exámenes médicos que llevaron al descubrimiento del cáncer que acabaría con su vida tres años después. Philippe y Dominique Raimbourg, hijos del actor, dieron luz verde a este lugar de recuerdo y enviaron una carta de agradecimiento que Catherine Faure, alcaldesa de Saint-Julien d’Intres, leyó durante la ceremonia.

Les Cracks de Alex Joffé en 1968, con Bourvil, Monique Tarbès, Robert Hirsch…

Este homenaje se suma al homenaje rendido al actor, hace unos días, en La Vieille-Lyre, en Normandía. Se inauguró una estatua de tamaño natural, es decir, de 1,74 m de altura. Colocado junto a una bomba de gasolina idéntica a la que aparece en esta comedia, fue encontrado y comprado a un coleccionista. Los dos monumentos fueron colocados a unas decenas de metros del Trou Normand, un hotel convertido en albergue. Fue el escenario de la película de este título, dirigida en 1952 por Jean Boyer.

Le Trou normand de Jean Boyer en 1952, con Bourvil, Jane Marken, Brigitte Bardot, Pierre Larquey, Jeanne Fusier-Gir, Noël Roquevert…

En el papel de Hippolyte Lemoine, un simplón de unos treinta años, Bourvil junto a Brigitte Bardot, entonces principiante. La asociación «Sur les pas de Bourvil», creada para defender la memoria del actor, está en el origen de este monumento, pero también de los circuitos turísticos dedicados a él. Entre ellos se encuentra un recorrido de 13,2 kilómetros que permite descubrir Bourville, donde creció André Raimbourg. Un pueblo que gracias a él ha pasado a la historia.