Han pasado cinco meses desde el polémico discurso del cineasta, ganador del máximo galardón que se concede cada año en la Croisette, pero la píldora, aún indigesta, parece no pasar. La primera ministra, Élisabeth Borne, estimó el domingo 8 de octubre que Justine Triet, directora de la película Anatomía de una caída, debería “reflexionar sobre su relación con la realidad”, mientras que la ganadora de la Palma de Oro había atacado duramente al gobierno en Puede. En efecto, nadie, y por supuesto tampoco el jefe del gobierno, ha olvidado que, durante la ceremonia de entrega de premios en Cannes, Justine Triet había criticado la «mercantilización de la cultura que defiende el gobierno neoliberal», que, según ella, está en camino de «romper la barrera». Excepción cultural francesa, esta misma excepción cultural sin la cual no estaría hoy aquí”.
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El cineasta también mencionó «una protesta histórica extremadamente poderosa y unánime» en Francia contra la reforma de las pensiones que el ejecutivo había «desmentido escandalosamente». “Iré a ver esta película, obviamente, que tiene una pinta excelente”, afirmó sin embargo Élisabeth Borne, entrevistada en BFMTV. “Me dijeron (que) es una película sobre la relación con la realidad. Tal vez la directora tenga que reflexionar sobre su relación con la realidad cuando compruebe que no apoyamos lo suficiente la creación”, añadió con un poco de humor el Primer Ministro, juzgando no obstante el discurso de Justine Triet “en un país donde hay tanto apoyo para la creación”.
Luego, el jefe de Gobierno añadió para concluir: «Creo que muchos actores del sector cultural recuerdan el apoyo masivo que pudimos brindar durante la crisis del Covid». Palma de Oro en Cannes, Anatomía de una caída, que pretende Analizando el equilibrio de poder entre un par de artistas, superó el millón de entradas en salas en septiembre, un mes después de su estreno.