Hace exactamente 200 años, el 17 de septiembre de 1823, moría uno de los mayores genios de la historia de la relojería, Abraham-Louis Breguet. Este visionario que sobrevivió milagrosamente a las masacres de la Revolución Francesa pudo así seguir innovando y transmitiendo su pasión y su saber hacer. El Museo de los Relojeros del Museo de Ciencias de South Kensington, Londres, le rinde homenaje con una nueva exposición llamada «Breguet: The English Connection», que repasa su vida y su obra relojera. Un hermoso homenaje de un museo que todo aficionado a los relojes y a la relojería debe haber visitado: es el museo más antiguo sobre el tema y es increíble la riqueza de sus colecciones, que son los primeros modelos de relojes, piezas creadas por muchos Los relojeros londinenses del pasado (de 1600 a 1850) o, más cerca de nosotros, las creaciones legendarias de George Daniels.
Esta exposición gratuita, que permanecerá abierta hasta septiembre de 2024, presenta una selección de extraordinarios relojes de Breguet, cada uno con un vínculo especial con Inglaterra. La estrella de esta exposición será sin duda el famoso reloj tourbillon de oro producido para el rey Jorge III en 1808. Una pieza vendida en 2020 en Sotheby’s y cuya exportación fue prohibida por las autoridades británicas. El “Bridgerton Breguet” había sido comprado a escondidas, en Francia, por el rey de Inglaterra, en medio de un embargo debido a la guerra con Francia. Un reloj único, vendido el pasado mes de julio en Sotheby’s por 1,7 millones de euros (sin impuestos) a un comprador no británico. Así, el 29 de junio de 1808, cuando el rey de Inglaterra se ofreció discretamente esta guardia francesa, la guerra estaba en pleno apogeo y Napoleón impuso un bloqueo naval a Gran Bretaña. Para camuflar su verdadera identidad, este Breguet luce una esfera inglesa y está firmado por el relojero Louis Recordon, agente de Breguet en Londres en ese momento. Hay que profundizar en su complejo movimiento para descubrir la firma del genio relojero.
Se trata simplemente de uno de los primeros ejemplares de tourbillon jamás fabricado por Abraham-Louis Breguet, o incluso el primero vendido. Durante su vida sólo se produjeron unas pocas docenas de ejemplares. Fue durante su exilio en Suiza para escapar de la guillotina bajo el Terror, entre 1793 y 1795, cuando imaginó esta complicación destinada a compensar los efectos de la gravedad sobre el movimiento de un reloj de bolsillo. En 1801 se patentó el invento y en 1805 entró en producción. No es de extrañar que el rey Jorge III se interesara por él: gran entusiasta de la relojería, incluso participó en la creación de las piezas que encargaba.