El estadounidense Elliott Erwitt, fotógrafo de la vida, famoso por sus divertidas fotografías de personas y perros, así como por memorables imágenes de celebridades, falleció a los 95 años, anunció el jueves la agencia Magnum.
«Murió tranquilamente en casa, rodeado de su familia», anunció en X (antes Twitter) la famosa agencia fotográfica fundada en 1947. Según el New York Times, falleció el miércoles en su casa de Manhattan, Nueva York.
“Sus imágenes nos han ayudado a comprender quiénes somos como sociedad y como seres humanos, y han inspirado a generaciones de fotógrafos a pesar de los cambios en las tendencias y en la industria”, le rindió homenaje la presidenta de Magnum, Cristina de Middel.
Elliott Erwitt era conocido por su capacidad para capturar momentos únicos en sus fotografías, ya fueran históricos, como este momento de tensión entre los líderes soviéticos y estadounidenses Nikita Khrushchev y Richard Nixon en 1959, o totalmente poco convencionales, como estos retratos de perros y humanos colocados en el mismo nivel. “Él creía firmemente que la fotografía debería abordar los sentidos y las emociones más que el intelecto”, subraya la agencia Magnum.
Nacido el 26 de julio de 1928 en París de padres rusos, Elliott Erwitt creció en Milán antes de emigrar a los Estados Unidos en 1939 con su familia. Después de diez años en Nueva York, se mudó a Los Ángeles, se dedicó a la fotografía y trabajó como impresor en un laboratorio especializado en retratos de celebridades.
Tras un encuentro con el legendario fotógrafo Robert Capa, este último le patrocinó para entrar en el templo del fotoperiodismo, la agencia Magnum. Paralelamente a su carrera como fotógrafo, que le llevó a captar imágenes de Marilyn Monroe, Jackie Kennedy, el general de Gaulle y el Che Guevara, también dirigió varios documentales y publicó más de una veintena de libros.