Christine Baker era una dama de gran discreción. Hemos leído Harry Potter de J.K. Rowling, En la encrucijada de los mundos de Philip Pullman… sin saber su nombre cuando es a través de ella que llegan a Francia estas grandes sagas inglesas. Sin Christine Baker, la literatura del último milenio habría cambiado. El exdirector editorial de Gallimard jeunesse falleció a los 71 años, anunció la editorial.

“Christine ha sido una figura clave en las publicaciones juveniles”, se lee en su comunicado de prensa. Durante más de 44 años, Christine Baker ha defendido «los textos más bellos, los mejores autores e ilustradores de la literatura infantil». Michael Morpurgo, Timothée de Fombelle, Lian Hearn, Quentin Blake, sigue siendo ella. Por su talante y sus convicciones, supo constituir “un patrimonio literario único”.

Christine Baker nació en Sens en 1952. Después de estudiar literatura moderna, se convirtió en librera en París, donde ya había mostrado sus ambiciones por la literatura infantil y había creado la primera sección juvenil. Luego se fue a Londres, a la librería Children’s Book Centre, entonces la única librería especializada en niños del mundo.

En 1978, cuando conoció a Pierre Marchand, que acababa de lanzar un departamento de jóvenes dentro de Gallimard, se incorporó a la prestigiosa editorial. Veinte años después de su llegada, revolucionó la literatura infantil. En enero pasado, Hedwige Pasquet, directora de Éditions Gallimard jeunesse, le dijo a Le Figaro: “En 1998, Christine Baker era nuestra editora en Londres. Se enteró de Harry Poter por un bibliotecario en Escocia. Lo leyó, inmediatamente le gustó e hizo todo lo posible para que se publicara en Francia”.

Una apuesta loca, mientras novelas de más de 300 páginas, escritas además con frases largas y temas difíciles, iban en contra de los hábitos editoriales de la época. Pero Christine Baker creía en la magia del libro de J.K. Rowling. “Algunas personas pensaron que no podíamos dar temas complejos a los niños”, analizó Hedwige Pasquet. El resto lo sabemos, pues acaba de inaugurarse en París la exposición mundial de Harry Potter, con motivo del 25 aniversario de la publicación del primer volumen en Francia. Hoy, los 7 libros de Harry Potter han superado los 35 millones de copias en francés.

“Siempre guiada por la búsqueda de la excelencia y la innovación, Christine nunca ha dejado de desarrollar el catálogo en toda su diversidad, dándole una influencia francesa e internacional, tanto para la ficción como para la no ficción y para todas las edades”, todavía leemos en el comunicado de prensa de Gallimard Jeunesse. «Estamos perdiendo a un colega, un amigo, una gran dama, una figura inspiradora».