Al final del día 29 de junio, la biblioteca del Alcázar de Marsella fue el objetivo de los alborotadores. En muchas ciudades de Francia, la situación se ha vuelto cada vez más tensa desde la muerte de Nahel, de 17 años, asesinado el martes por la mañana por un policía durante un control que salió mal. Su muerte provoca disturbios nocturnos diarios, cuya violencia aumenta cada noche. Marsella no es ajena a esta violencia nocturna.

En las redes sociales es indignación. La cuenta de twitter de Destination Ciné cita a Heinrich Heine: «Donde quemas libros, siempre terminas quemando personas…» En el video que acompaña a este tuit, vemos a los alborotadores lanzando fuegos artificiales en la fachada del edificio. Pero según el medio local La Provence, los alborotadores no lograron ingresar a la biblioteca del Alcázar. Solo fue un intento de incendio. Los manifestantes simplemente rompieron las ventanas e intentaron incendiar la entrada del edificio sin causar más daños. Esta mañana, en la web de la biblioteca, un mensaje: «Tras los hechos de anoche, la biblioteca del Alcázar está hoy cerrada. Gracias por su comprensión.»

Leer tambiénMort de Nahel: intento de incendio en el cine Cergy

Según Stéphane Gireau, jefe adjunto del servicio de prensa de la metrópoli de Marsella, la calma ha vuelto esta mañana. “Nosotros no estamos a cargo de la biblioteca, que es un edificio del ayuntamiento”, explica. Sin embargo, sus equipos fueron a limpiar la vía pública por la mañana. “El mobiliario urbano y las marquesinas de los autobuses estaban destruidos, cuando fui allí vi que las ventanas de la fachada de vidrio habían sido destruidas y reemplazadas por empalizadas de madera”, informa Stéphane Gireau.

El edificio es un antiguo teatro del siglo XIX, convertido en biblioteca municipal en 2004. Ya el 25 de junio de 1873 un incendio arrasó el recinto. Se necesitarán cuatro meses de trabajo para reabrir el teatro. Si en los años 60 el lugar fue abandonado, fue aquí donde Yves Montant, Tino Rossi y Dalida vivieron sus primeras horas de gloria.

Desde el martes, Francia ha estado en llamas. Cada noche se queman cubos de basura, infraestructura pública, mobiliario urbano o incluso autobuses o tranvías, se levantan barricadas. Los enfrentamientos entre la policía y los alborotadores dieron lugar a detenciones violentas. En Marsella como en otros lugares, los comerciantes son víctimas de saqueos. La metrópoli ha anunciado que liberará un fondo de apoyo para este último. Contactado, el ayuntamiento aún no ha respondido.