Cuando Paul McCartney anunció que estaba trabajando en una maqueta dejada por John Lennon, los amantes de los Beatles quedaron atónitos. Y esto aumentó cuando se confirmó que había utilizado inteligencia artificial para completarlo. En realidad, Now and Then fue regalado por Yoko Ono a los tres Beatles supervivientes en 1994, junto con otros dos títulos, Free as a Bird y Real Love. Si los dos últimos se publicaron respectivamente en 1995 y 1996, tras la incorporación de las partes instrumentales y vocales de los otros tres, Now and Then fue abandonado tras varias sesiones de trabajo, debido a la mala calidad de la grabación original, realizada en el Edificio Dakota de Lennon solo al piano.
Fue necesario aplicar la tecnología utilizada por el director Peter Jackson en el nuevo montaje de la película Get Back, en 2021, para que el título volviera a empezar. Las partes de guitarra que dejó George Harrison, quien murió en 2001, se conservaron, pero Paul McCartney y Ringo Starr tocaron nuevas partes de bajo y batería. Y se añadió un arreglo de cuerdas.
Lea también: Desde el origen del nombre de los Beatles hasta las referencias satanistas, cinco historias que debes conocer sobre los Fab Four
La melancólica balada de John Lennon está muy en línea con el estilo del músico, fallecido en 1980. Aunque había abandonado la vida pública para dedicarse a la educación de su segundo hijo, Sean, nacido en 1975, el compositor siguió escribiendo nuevas canciones para piano. . En el tema lanzado mundialmente el jueves, la voz del difunto Beatle suena finalmente con toda su claridad, haciendo que el título sea menos lúgubre que en la demo original, disponible en YouTube.
Mucho más que en Free as a Bird, Lennon parece hablar directamente al oyente con su voz característica, imbuida de una melancolía muy conmovedora. El coro de guitarra fue interpretado por McCartney en el estilo slide tan querido por George Harrison, aunque no tan bien como este último. El multiinstrumentista está presente en toda la canción, las cuerdas fueron arregladas por Giles Martin, hijo del histórico productor de los Fab Four.
Para McCartney, de 81 años, hay mucho en juego: lanzar la última canción en la que tocan los cuatro miembros originales del grupo. Si desde la muerte de George tiene tendencia a pensar que él es sólo los Beatles, Paul se ve obligado a reconocer que al utilizar texto y música de su hermano enemigo, le deja la última palabra a Lennon. Muy competitivo, a este último le habría divertido esta ironía agridulce. Aunque hace casi 43 años que no está vivo, su sombra sigue flotando muy alta sobre los Beatles en particular, y el pop en general. Y la canción, muy conmovedora, constituye una coda muy digna del destino del mayor grupo pop de todos los tiempos.