En Hollywood, las franquicias no descansan en paz por mucho tiempo. Ocho años después de la última y cuarta entrega de Los juegos del hambre, Lionsgate regresa a Panem con La balada de la serpiente y el pájaro cantor. Estrenado el miércoles, este prólogo se sitúa sesenta años antes de la rebelión de Katniss Everdeen, la heroína de las películas originales interpretada por Jennifer Lawrence. La Balada de la Serpiente y el Pájaro Cantor dibuja un sorprendente retrato juvenil del enemigo jurado de Katniss, el presidente Corionalus Snow, y le da un rostro a la primera ganadora de los juegos del desfavorecido Distrito 12, Lucy Gray Baird.

Para este regreso a Panem, Lionsgate recurrió al experto Francis Lawrence: el director de las tres últimas películas de Los juegos del hambre. Baste decir que el mundo de la novelista Suzanne Collins ya no tiene secretos para él. Como confió a Le Figaro, era imposible resistirse a este paso atrás. “Como muchos fans, realmente quería que Suzanne desarrollara aún más el mundo de Panem. Cuando me dijo que estaba escribiendo esta precuela, quedé encantado. La Balada de la Serpiente y el Pájaro Cantor es un cuento cuádruple de orígenes: el de Snow, el de Panem, el de los juegos y el del folklore del Distrito 12 mientras descubrimos el significado del nombre Katniss y su himno a la revolución. El árbol del ahorcado”, descifra el cineasta.

En la distopía de Suzanne Collins ambientada en unos Estados Unidos post-apocalípticos, la dictadura del Capitolio gobierna doce distritos. Tras una rebelión inicial de los distritos reprimidos con sangre, el Capitolio los mantiene bajo su yugo mediante sangrientos juegos circenses anuales en los que dos jóvenes de cada distrito compiten hasta la muerte. El ganador es el último participante que quede vivo. “El desafío de este prólogo es que los juegos estén hechos a mano. No han adquirido esta dimensión de gran espectáculo. Son rudimentarios y se desarrollan en el interior de las ruinas de un estadio. Sin el más mínimo efecto especial ni adornos letales diseñados por los organizadores de los juegos. Por tanto, es aún más realista y brutal”, señala Francis Lawrence. Lucy es así liberada en una arena llena de escombros, barras de metal y bloques de concreto, y se ofrecen algunas armas a aquellos lo suficientemente valientes como para afrontar el baño de sangre inicial.

Para dar sustancia a este Panem, apenas saliendo de la guerra y la inestabilidad, el director se inspiró en la Alemania de posguerra, el Berlín de las ruinas. Después de filmar La balada de la serpiente y el pájaro cantor, no tuvo problemas para encontrar edificios y decorados de inspiración brutalista. “No en vano el vestuario, los coches y los peinados recordarán a los años 40 y 50”, promete el director.

Como en partes anteriores, Francis Lawrence estuvo atento a la intensidad de la violencia mostrada en pantalla. “No se trata de mostrar haces de sangre, el acto de matar. Lo que quería filmar eran las repercusiones emocionales de sus acciones”. El director también es consciente de la línea cresta por la que camina. Todos los fanáticos de Los juegos del hambre saben que Corionalus Snow no seguirá siendo este mentor reacio a abrazar el lado oscuro de Panem por mucho tiempo. Tarde o temprano, el pacto y la amistad amorosa que lo une a Lucy Gray serán traicionados.

Para mantener La balada de la serpiente y el pájaro cantor llena de energía se requiere otro enfoque. “Lo que importa no es el cuándo, sino el cómo y el por qué”, sostiene Francis Lawrence. “Conocemos a un joven, interpretado por Tom Blyth, que aún no ha formado sus convicciones. Está a mil millas del hombre de poder con el que Katniss luchará”, descifra. “Este Snow no cree del todo en la propaganda del Capitolio, está impactado por el trato dado a los tributos. Anhela poder porque tiene hambre de mantener a su familia que ha caído en la pobreza. ¡Qué sorpresa descubrirlo rodeado de amigos y seres queridos y tentado por la resistencia! Y para enfatizar: “Al ver a Tom en la piel de este perdedor, rápidamente nos olvidamos del anciano tirano, interpretado por Donald Sutherland. Incluso empezamos a sentir empatía por él”.

El otro elemento crucial fue Lucy Gray Baird. Jugada con garbo por la revelación de West Side Story de Steven Spielberg, Rachel Zegler, que revela cierto talento para el country y la guitarra, se revela tan ambivalente como Snow. Artista viajero, su personaje se gana la vida cantando. Y su selección para los juegos se debe a la hija del alcalde del distrito 12, que le tiene muchísimos celos. “Katniss era una cazadora excepcional, con innegables capacidades físicas pero muy introvertida. Lucy es su opuesto. Un extrovertido al que le gusta actuar en el escenario. Es una actriz. Le gusta encantar, la verdad es incidental. ¿Quién, ella o Snow, está manipulando al otro?”, se ríe Francis Lawrence.

Si la trilogía original de Suzanne Collins, publicada a finales de los años 2000, cuestionaba el peso y el trauma de la guerra, La balada de la serpiente y el pájaro cantor refleja la polarización de nuestras sociedades, considera Francis Lawrence. Y para concluir: “¿El hombre brutal por naturaleza está condenado a pisotear los derechos o puede ser justo? Snow se debate entre estos dos instintos.