El empleo directivo registró récords en 2022 con más de 300.000 contrataciones, umbral que debería volver a superarse en 2023, estabilizándose así «en un nivel muy alto», según las previsiones de la Asociación para el Empleo Directivo (Apec) publicadas este martes. En 2022, la contratación de ejecutivos con contrato indefinido o a plazo fijo de un año y más llegó a 308.300, un aumento de 15% sobre un año, indica Apec. El récord anterior data de 2019 (281.300).
Para 2023, “el volumen de contrataciones de ejecutivos se mantendría estable” en 308.800, manteniéndose así “en un nivel muy alto” (un 10% por encima del nivel previo a la crisis), prosigue Apec al tiempo que subraya las “incertidumbres” que rodean esta previsión: inflación, tensiones geopolíticas, inestabilidad bancaria, conflictos sociales». Este pronóstico de estabilidad esconde disparidades. Por sectores, servicios de alto valor añadido (TIC, ingeniería-R
Y solo cinco regiones registrarían avances y nuevos récords (Île-de-France, Auvergne-Rhône-Alpes, Provence-Alpes-Côte d’Azur y Córcega, Occitania y Pays de la Loire) mientras que los demás territorios «verían su volumen de reclutamiento de ejecutivos a contratar”. El estudio se basa en una encuesta anual a una muestra representativa de 8.000 empresas privadas, entrevistadas telefónicamente del 14 de noviembre de 2022 al 24 de enero de 2023.
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Otra encuesta de Apec también publicada el martes y centrada en la integración de jóvenes graduados muestra que está volviendo e incluso superando su nivel anterior a la crisis. Doce meses después de la graduación, el 88% de los jóvenes graduados de Bac 5 y superior encuestados a principios de 2023 están empleados. La tasa fue del 85% para los jóvenes encuestados a principios de 2020, antes de la crisis sanitaria y del 69% para los jóvenes encuestados en 2021.
Casi siete de cada diez jóvenes titulados (68%) tienen contrato indefinido y el salario medio es de 32.000 euros brutos anuales, volviendo estos indicadores a su nivel anterior a la crisis. El estudio también muestra que la remuneración es el principal factor desmotivador laboral de los jóvenes titulados (42%) por delante del sentimiento de aburrimiento en el trabajo (34%) y la falta de reconocimiento (34%) o la falta de interés o sentido de misión (29%).