Corresponsal en Asia
Carlos Tavares luce sus garras en China. Tras abandonar la actividad industrial en el mayor mercado automovilístico del mundo, el director general del gigante americano-franco-italiano Stellantis anunció el jueves en Hangzhou una asociación con el fabricante chino de vehículos eléctricos Leapmotor, con Europa en el punto de mira. Stellantis anunció una inversión de 1.500 millones de euros en Leapmotor, adquiriendo una participación del 21,3% en esta start-up especializada en vehículos eléctricos con el objetivo de apoyar su ofensiva internacional.
Al convertirnos en un accionista clave de la start-up china, «damos una respuesta innovadora para completar nuestra estrategia, beneficiándonos de la competitividad de Leapmotor tanto en China como a nivel internacional», declaró Tavares tras la ceremonia de firma en el Salón del Pueblo de la provincia de Zhejiang, cerca de Llevar a la fuerza.
El acuerdo incluye la creación de una joint venture dedicada a la exportación, denominada Leapmotor International, donde Stellantis tendrá una participación mayoritaria, con un 51% de las acciones, y que ostentará “los derechos exclusivos para fabricar, exportar y vender productos Leapmotor fuera de Porcelana». El grupo americano-franco-italiano tendrá el “papel protagonista” en esta nueva entidad que atacará Europa a partir del segundo semestre de 2024.
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Con 10.000 vehículos vendidos cada mes en el Reino Medio, Leapmotor forma parte de la miríada de nuevos fabricantes chinos dedicados exclusivamente a los vehículos eléctricos (EV), que ya están llamando a las puertas del mercado europeo, y en particular de Francia, donde vende 200 vehículos. “Hoy es un hito importante en la historia de Leapmotor. Creemos en asociaciones beneficiosas para todos con actores fuertes”, declaró Zhu Jiangming, director general de la empresa fundada en 2015, utilizando una fórmula muy apreciada por la diplomacia de la segunda potencia mundial. El empresario es también el fundador de Zhejiang Dahua, una empresa de cámaras de vigilancia objeto de sanciones estadounidenses, en un contexto geopolítico tenso entre Pekín y Washington. Cotizada en la Bolsa de Hong Kong, Leapmotor ha ascendido al cuarto puesto entre los fabricantes dedicados exclusivamente a vehículos eléctricos en términos de ventas. “Leapmotor está cerca del podio”, subraya Carlos Tavares, cuyo espíritu competitivo es bien conocido.
Los fabricantes de automóviles occidentales están aumentando sus asociaciones con jóvenes compañías eléctricas chinas para conquistar el mercado local, pero este acuerdo es el primero destinado a la expansión internacional, afirma Stellantis. Volkswagen anunció en julio una asociación y una participación del 4,99% en Xpeng, un fabricante con sede en Cantón, que también codicia el viejo continente.
Este anuncio supone un punto de inflexión en la estrategia china de Carlos Tavares, que lleva tiempo advirtiendo de la amenaza que suponen los fabricantes del gigante asiático. Stellantis ha reducido la presencia de Peugeot y Citroën en los coches de combustión convencional. Acaban de vender este mes tres fábricas en Wuhan, Chengdu y Xiangyang a su socio histórico Dongfeng, para concentrar sus esfuerzos en los “jugadores puros” eléctricos.
Al señalar la vulnerabilidad del mercado de la UE a la competencia china, a pesar de los múltiples llamados a medidas de protección, Tavares prefiere subirse a la ola en lugar de verse abrumado. “La ofensiva china sobre Europa ya es una realidad. No queremos ser espectadores sino actores y líderes de esta ofensiva para beneficiarnos de ella”, justificó el jefe del grupo americano-franco-italiano, durante un intercambio online con periodistas. La principal ventaja es el precio, en un momento en el que la industria europea lucha por producir un vehículo asequible para los hogares. “La realidad es que Europa lo necesita desesperadamente. Con Leapmotor seremos muy rentables. El producto ya está listo”, explica el directivo portugués. La start-up presente en el salón de Munich el pasado mes de septiembre ofrece en particular un modelo compacto, el T03, a 26.000 euros en Francia para responder a la demanda del mercado de entrada. Pero los próximos coches diseñados para la exportación con Stellantis no llegarán hasta dentro de dos años, precisan las empresas.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de producir automóviles Leapmotor en sus propias fábricas, el jefe de Stellantis se mostró vago. “Dependerá de lo que nos pida Leapmotor. Si los impuestos al carbono o los aranceles aduaneros crean barreras, tendremos la oportunidad de ayudar. Tenemos fábricas en todo el mundo en Europa, América del Norte, África…»
Mientras la Comisión Europea ha abierto una investigación sobre las subvenciones ofrecidas por Pekín a sus fabricantes, Tavares asume su giro estratégico con pragmatismo. “Europa ha tomado la decisión política de mantener abierto su mercado. Esta no es responsabilidad de Stellantis. La ofensiva china ya ha comenzado y no queremos ser una víctima, sino un líder”, justifica el ex directivo de Renault.