El fabricante de automóviles chino BYD, líder mundial en el segmento eléctrico y que quiere expandirse en el mercado europeo, construirá una planta de fabricación de turismos en Hungría, anunció el viernes. “BYD se está preparando para construir su primera fábrica de automóviles de pasajeros en Szeged, Hungría, lo que marca un paso significativo hacia la movilidad verde en Europa”, dijo BYD Europa en su cuenta en la red social X (antes Twitter).
Con la nueva fábrica de automóviles, el grupo «espera acelerar la entrada de vehículos de pasajeros de nueva energía en el mercado europeo, profundizar aún más su presencia global y promover activamente la transformación verde de la infraestructura energética global», dijo. La fábrica se construirá por etapas y se espera que cree miles de puestos de trabajo en el lugar, dijo BYD. «Será una de las inversiones más importantes en la historia de la economía húngara», celebró en un comunicado el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, sin dar cifras precisas.
BYD ya está presente en Hungría, en particular con una fábrica de autobuses eléctricos. El país está a punto de convertirse en un importante productor de baterías para vehículos eléctricos, el segundo en Europa después de Alemania, con una enorme fábrica también prevista por un grupo chino, CATL.
BYD (“Build Your Dreams”) es una de las marcas de vehículos eléctricos más destacadas de China. El grupo, que cuenta con Warren Buffett entre sus accionistas, se convirtió este mes en el primer fabricante mundial en cruzar el umbral simbólico de los cinco millones de vehículos eléctricos producidos. Originalmente especializada en el diseño y fabricación de baterías, la empresa se diversificó en el sector del automóvil a partir de 2003. BYD dejó de producir coches de gasolina el año pasado y ahora se centra exclusivamente en modelos híbridos y eléctricos. Muchos fabricantes extranjeros (Tesla, BMW, Mercedes, Audi, Toyota, Ford, etc.) dependen ahora de BYD para sus baterías.
Pero el creciente éxito de las empresas chinas de vehículos eléctricos en los mercados extranjeros está causando fricciones, ya que el sector en China se ha beneficiado de décadas de subsidios de Beijing en áreas tecnológicas relacionadas. La Unión Europea anunció este año una investigación sobre estos subsidios, citando competencia desleal. En Hungría, la política de larga data del primer ministro húngaro, Viktor Orban, de «mirar hacia el este» ha permitido que las empresas asiáticas se beneficien de exenciones fiscales, subsidios de infraestructura y creación de empleo para atraerlas.