Eliminada hace seis años, la ISF no ha desaparecido del debate público. Este impuesto solidario a la riqueza hizo una nueva incursión notada por el economista Jean Pisani-Ferry, un tiempo cercano a Emmanuel Macron. En un informe sobre «el impacto económico de la acción climática», facturado en 66.000 millones de euros anuales, propone financiar la transición ecológica en parte mediante «un impuesto excepcional y temporal, basado en el patrimonio económico del 10% de los hogares más ricos». , y calibrado de acuerdo con el costo anticipado de la transición para las finanzas públicas”.
Algo para revivir la memoria del “Clima ISF”, largamente reclamado por activistas ambientales, como Greenpeace, y muchos políticos de izquierda.
Pero la propuesta no prospera por parte del ministro de Economía, Bruno Le Maire. “Los impuestos no son la solución”, martilleó este martes por la mañana en RTL, al tiempo que saludó la calidad del trabajo de Jean Pisani-Ferry. El ministro recordó que el Gobierno no tenía intención de aumentar la carga fiscal de los contribuyentes para financiar la transición ecológica: “El 10% de los contribuyentes ya paga el 75% del IRPF. Nuestro objetivo es bajar los impuestos, porque la carga fiscal ya es la más fuerte del mundo en Francia”, aseguró.
Si se une a Jean Pisani-Ferry en el coste de la transición verde en Francia -entre 60 y 70 mil millones de euros al año-, Bruno Le Maire ha esbozado otras vías de financiación. “Hay soluciones alternativas, como ecologizar los impuestos existentes, dejar de financiar actividades contaminantes”, argumentó. La ministra también quiere «direccionar el ahorro en inversiones verdes» y financiar las transformaciones necesarias «con las empresas». Finalmente, cuenta con la “movilización de los bancos”, y en particular del Banco Europeo de Inversiones, para enfrentar los desafíos climáticos del mañana.
Misma historia, o casi, para el portavoz del Gobierno Olivier Véran, invitado en el matutino de France Inter. “Creemos que la transición puede ser autofinanciada por las transformaciones necesarias para su realización”, dijo, citando la importancia de “desarrollar la innovación, […] de conciliar crecimiento y transición ecológica”. En cuanto a los impuestos, Olivier Véran cree, como Bruno Le Maire, «que podemos prescindir de ellos». “El desafío es involucrarnos a todos en cambios de comportamiento y de producción”, defendió el vocero del Gobierno.
El presidente del Mouvement des entreprises de France (Medef), Geoffroy Roux de Bézieux, por su parte fustigó esta mañana en France Info «una solución pavloviana de la enarquía francesa: un problema, un impuesto». El funcionario patronal considera que la propuesta de Jean Pisani-Ferry de gravar hasta el 5% los patrimonios más altos es una «contradicción». “Le pide a las empresas que inviertan, pero propone gravar el capital, por lo tanto a los que invierten en empresas”, lamentó.
Pese a su desacuerdo sobre esta cuestión, Geoffroy Roux de Bézieux saludó los aspectos “positivos” del informe, en particular la defensa de un “crecimiento más sobrio, más verde” ante la ausencia de un decrecimiento. «Ahí estamos de acuerdo», dijo.