Temores en torno a la inteligencia artificial que está sacudiendo el sector, incertidumbres económicas, inflación, cambios de uso… A pesar de muchos desafíos, el mercado de la música sigue subiendo de volumen en Francia. En el primer semestre, las ventas de álbumes y títulos registraron una facturación de casi 400 millones de euros, un 9,4% más que en el mismo período del año anterior, según datos del Sindicato Nacional de Edición Fonográfica (Snep).
El sector objetivamente tiene motivos para seguir sonriendo. Digital muestra un incremento del 10% y, con 309 millones de euros generados, el segmento pesa más de las tres cuartas partes de los resultados del primer semestre. El streaming por sí solo representa ahora casi la totalidad (98%) de los ingresos digitales. Las ventas de CD y vinilos se mantienen bastante bien. Se beneficiaron de un repunte de más del 7% que ayudó a aumentar la facturación hasta los 89 millones de euros.
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Otro motivo de satisfacción es que el «made in France» sigue en auge. Diecisiete producciones francesas se ubicaron entre las mejores ventas de álbumes del semestre, encabezadas por la nueva obra del colectivo Enfoirés, 2023 Enfoirés un jour, Toujours, que acumuló más de 152.000 ventas equivalentes. Y el top 200 está compuesto por tres cuartas partes de álbumes producidos en Francia.
El mercado francés está creciendo y eso es una buena noticia. Pero la partitura tiene algunas notas disonantes. “Si bien todavía muestra resultados positivos, el fenómeno del vinilo se está calmando, bajo el efecto de la inflación y la arbitraje de gastos por parte de los consumidores”, señala el principal sindicato de productores. ¿El salto en las ventas de CD? Puramente situacional. De hecho, debe mucho a la aparición de artistas “blockbuster” como el grupo Indochine o los raperos Jul, Ninho, Aya Nakamura…
Sobre todo, las ventas están creciendo a un ritmo más lento que en otros territorios occidentales importantes. El streaming por suscripción a través de servicios como Spotify, Deezer, Amazon o Apple Music sigue siendo la principal fuente de ingresos del sector, con un total de 232 millones de euros. El segmento representa el 59% de las ventas totales de música. Sin embargo, ha avanzado “sólo” un 10%. A finales de 2022, Francia ocupaba el puesto 16 – de 18 – en el ranking mundial del streaming por suscripción, muy por detrás de Suecia, el Reino Unido o los Estados Unidos…
Mientras dure la inflación, los consumidores prefieren ofertas de transmisión con publicidad que sean indoloras para sus billeteras. El segmento ha subido un 28%. El problema es que aporta poco: unos 36 millones de euros. Muy de moda, estos nuevos usos, como en TikTok, desvían a parte del público de las ofertas pagas. “Impiden así que se desarrolle el modelo virtuoso de la suscripción”, lamenta Snep.