Fracassés tête la première contre le sol en béton, castrés à vif… La liste des mauvais traitements subis par les porcs d’un élevage de Corbeil, dans la Marne, tout au long de la vidéo diffusée par l’association L214 fait froid en la espalda. La película de 18 minutos publicada en la web del colectivo especializado en este tipo de revelaciones sobre la industria cárnica es el resultado de cuatro meses de investigación. La cría en cuestión cuenta con 4.000 animales y depende de una cooperativa que trabaja para el industrial Herta y para carniceros artesanales.
Algunas imágenes difundidas son insoportables. Vemos así a un gato alimentándose de un lechón recién asesinado por “slamming” (proyección violenta al suelo), método sin embargo prohibido, y dejado agonizante en el suelo. Las cerdas son golpeadas con paletas para obligarlas a ponerse de pie, lo que permite al personal recuperar del corral a sus crías fallecidas. Los animales enfermos, algunos claramente víctimas de daños en los órganos, no parecen recibir tratamiento. Una vez muertos, se pudren en los tanques de reciclaje donde son devorados por los gusanos.
La práctica del casting está prohibida desde hace más de 25 años, y la castración en vivo desde enero de 2022. “Este es el primer informe que recibimos desde que la legislación entró en vigor”, indica Bérénice Riaux, de la asociación L214. “Desafortunadamente, apretar es una práctica común cuando los lechones están débiles o en exceso”, dice el activista por los derechos de los animales.
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En respuesta, el prefecto del Marne ordenó este jueves una inspección en la granja de cría en cuestión. El procedimiento debe “verificar las condiciones de funcionamiento previstas por la normativa vigente para este tipo de cría”, según la prefectura. Los servicios veterinarios del departamento también realizarán una inspección a finales de semana. Contactada, INAPORC, la asociación interprofesional nacional del sector porcino que agrupa a las diferentes profesiones del sector, desea esperar las conclusiones de los especialistas antes de tomar una decisión. “Estas imágenes son impactantes, por supuesto, pero están sacadas de contexto”, responde Anne Richard, directora de la organización. Según ella, “este vídeo es producido y distribuido por activistas, con el objetivo de distanciar al público del consumo de carne”.
La prefectura del Marne asegura que el año pasado el Estado llevó a cabo cerca de 13.000 controles sobre el bienestar de los animales, lo que dio lugar a 230 informes y 1.440 emplazamientos. En su comunicado de prensa, el L214 pide al ministro de Agricultura, Marc Fesneau, que exija «el fin de las palizas a los lechones y de todas las formas de castración». Una petición con exigencias idénticas y destacada en el sitio web de la asociación ya ha recogido más de 44.000 firmas.