Una importante victoria política y simbólica para un sector en plena renovación. El Parlamento Europeo votó el martes a favor de incluir la energía nuclear entre las tecnologías verdes que deben apoyarse para garantizar la competitividad y la soberanía de Europa frente a China y Estados Unidos. El texto, que elabora una lista de tecnologías con emisiones “cero” de gases de efecto invernadero, constituye la posición de los eurodiputados sobre un proyecto de reglamento destinado a defender la producción de estos sectores libres de carbono en la UE. Fija el objetivo para 2030 de producir en suelo europeo el 40% de las necesidades de la Unión en estos mercados, también codiciados por China y Estados Unidos, que han puesto en marcha sus propias medidas de apoyo.

Básicamente, la Unión Europea planea conceder flexibilizaciones regulatorias a los sectores afectados. En esencia, el texto no es crucial para la industria nuclear, en gran medida regulada a nivel nacional, pero marca una importante victoria política y simbólica. “Estoy encantado de que hayamos podido integrar la energía nuclear al mismo nivel que la energía renovable en tecnologías netas cero. Todas estas fuentes de producción de energía son esenciales para la descarbonización de nuestra economía”, respondió el eurodiputado Christophe Grudler (Renew, centrista).

La propuesta se seguirá negociando con los Estados miembros. Estos últimos deben adoptar pronto su propia posición y también podrían abogar por la inclusión de la energía nuclear entre los sectores clave de la transición energética, junto con los paneles solares, las turbinas eólicas, las baterías o las bombas de calor… Esto corresponde a la UE para proporcionar apoyo regulatorio. a estas industrias para lograr la neutralidad de carbono en 2050, pero también para construir su soberanía energética.

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El proyecto inicial de “reglamento para una industria con cero emisiones” de gases de efecto invernadero, presentado el 16 de marzo, ya citaba la energía nuclear entre los medios para descarbonizar la economía, lo que constituyó una primera victoria para Francia y una docena de otros países de la UE, como los Países Bajos. , Suecia y Polonia, que apuestan por esta tecnología. Pero en la práctica sólo se trataba de futuros reactores de cuarta generación y de pequeños reactores modulares que también estaban en desarrollo. Además, la mayor parte de la ayuda se reservó para una lista restringida de los llamados sectores “estratégicos”, de los cuales la energía nuclear quedó excluida.

Los eurodiputados dejaron en manos de los Estados miembros elegir las tecnologías de “emisiones cero” que desean promover de una lista ampliada. El plan prevé, en particular, una simplificación y aceleración de los procedimientos y la concesión de permisos para establecimientos industriales, así como facilidades de financiación. Innova añadiendo criterios medioambientales a las licitaciones públicas, una disposición que podría beneficiar a los proveedores europeos cuyos precios a veces son más altos.